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Luis Alberto Gallegos

Municipalidades 2012: Las novedades de la gestión ambiental local

Santiago, jueves 5 de enero de 2012, por Luis Alberto Gallegos, editorial de Boletín GAL.-  En la parte I de esta serie de entregas hablamos del contexto político del 2011, en donde la ciudadanía se encumbró en Chile y a nivel global como la protagonista central en el escenario socio ambiental.

 

En la parte II señalamos las posibilidades que, ante la debilidad política del movimiento socio ambiental, este año pudiera revertirse mediante el diseño de alguna forma de arquitectura estructural política y cultural.

 

En esta parte III veremos el rol jugado por las municipalidades en la gestión ambiental y lo que probablemente el 2012 les depare.

 

Certificación ambiental

 

Dos son las grandes líneas de acción ambiental desplegadas por las municipalidades en este 2011. Una primera se refiere a las buenas prácticas realizadas por un número muy significativo de gobiernos locales.

 

Llama positivamente la atención que las buenas y mejores prácticas ambientales de las municipalidades que han sobresalido en 2011, hayan estado vinculadas estrechamente a los procesos de certificación ambiental o también llamado Sistema de Certificación Ambiental Municipal (SCAM)

 

Según el Ministerio del Medio Ambiente, la Certificación Ambiental Municipal es un sistema voluntario que permite a los municipios instalarse en el territorio comunal como modelo de gestión ambiental, en forma endógena (hacia dentro del municipio) y exógena (con la participación ciudadana). El SCAM es un sistema que empezó en Chile en el año 2009 basado en los estándares internacionales de certificación ISO 14.001 y el EMAS (Reglamento Comunitario de Ecogestión y Ecoauditoría). Tiene tres fases: básico, intermedio y de excelencia.

 

Los municipios certificados a nivel intermedio son 4: La Pintana, Melipilla, Calera de Tango y María Pinto. Los certificados a nivel básico son 7: La Reina, Maipú, Cerro Navia, Colina, San Antonio, Torres del Paine y San Pedro de Atacama.  Actualmente postulan 21 municipios al nivel básico, dependiendo del resultado de las auditorías, presentación de expedientes y evaluaciones técnicas del Ministerio; son: Vitacura, Santiago, Renca, Recoleta, Peñalolén, Paine, Huechuraba, Buin, Gorbea, Villarrica, San Pedro de La Paz, Chillán, Santa Cruz, Placilla, San Fernando, Chimbarongo, Chépica, Palmilla, Nancagua, Mejillones y Antofagasta. De los 345 municipios de Chile, tenemos a 32 participando en este proceso de certificación ambiental.

 

Este proceso de certificación ha permitido que las municipalidades hayan destacado y fortalecido su gestión ambiental en 2011, generando mecanismos de diagnóstico ambiental, estrategias, líneas de trabajo en torno al reciclaje, eficiencia energética, ahorro de agua, adaptación al cambio climático, capacitación de los funcionarios en temas ambientales; y el desarrollo de instrumentos de participación ciudadana. Un valor agregado que en este proceso se puede visualizar es el aporte a la gobernabilidad ambiental local y a la inclusión en ella a las escuelas –en particular a las que participan de su propio Sistema Nacional de Certificación de Establecimientos Educacionales, SNCAE-, y los actores económicos.

 

Institucionalidad ambiental

 

Otro y segundo rasgo importante de la gestión ambiental municipal en el 2011, se refiere al esfuerzo por actualizar su institucionalidad ambiental a las nuevas normativas generadas en el país.

 

De acuerdo a la nueva Ley Nº 20.417 de enero del 2010 que crea el Ministerio, el Servicio de Evaluación Ambiental y la Superintendencia del Medio Ambiente, las normativas institucionales ambientales de las municipalidades cambian y modifican la Ley Nº 18.695 Orgánica Constitucional de Municipalidades. Las antiguas estructuras denominadas Unidad de Aseo y Ornato, ahora se transforman en Unidad de Medio Ambiente, Aseo y Ornato.

 

Con ello, ahora las municipalidades estarán encargadas de: el aseo de las vías públicas, parques, plazas, jardines y, en general, de los bienes nacionales de uso público existentes en la comuna; el servicio de extracción de basura; la construcción, conservación y administración de las áreas verdes de la comuna; el proponer y ejecutar medidas tendientes a materializar acciones y programas relacionados con medio ambiente; el aplicar las normas ambientales a ejecutarse en la comuna que sean de su competencia; y elaborar el anteproyecto de ordenanza ambiental.

 

Es de anotar que las municipalidades que mejor y más a prisa se han incorporado a esta nueva institucionalidad ambiental son precisamente las que participan del proceso SCAM.

 

Debilidades y limitaciones

 

Estos cambios administrativos e institucionales son parte del proceso de actualización y modernización de los municipios a las nuevas tendencias ambientales de los servicios públicos de Chile. Proceso que no necesariamente está exento de complicaciones y limitaciones.

 

Claudio Arriagada, Alcalde de La Granja y Vicepresidente de la Asociación Chilena de Municipalidades, ACHM, señala que “el nuevo marco legal es insuficiente”. Añade: “el mundo municipal tiene una serie de limitaciones y desafíos pendientes. Una buena estructura de planta, con escalafones adecuados y buenas remuneraciones permitiría que tuviéramos en Chile municipios, al menos, con direcciones de medio ambiente con un profesional responsable y un equipo que le permita hacer gestión”.

 

Y no se equivoca: los municipios requieren dotarse de capacidades técnicas y de recursos para ejecutar una gestión ambiental eficiente de acuerdo a la nueva ley. En una consulta realizada en 2011 por el Instituto de Ecología Política a funcionarios municipales y dirigentes socio ambientales, el 30,8% demanda más información y educación ambiental. En otras palabras, solicitan más capacitación técnico-científica en temas ambientales.

 

Exactamente lo mismo sostiene Marco Quintanilla, Presidente de la Comisión de Medio Ambiente de la ACHM y Concejal de la municipalidad de San José de Maipo. Y no es para menos, si bien la ACHM se ha preocupado de profesionalizar a los funcionarios municipales en diversos tópicos mediante seminarios, foros y las Escuelas de Capacitación de Verano, hay aún déficits y desafíos pendientes en materia ambiental. Recordemos que el empeño más sistemático y de mayor envergadura realizado por la ACHM para capacitar en asuntos ambientales a sus funcionarios data de octubre de 1995, cuando editó su Manual Didáctico para la Gestión Ambiental Municipal. Por cierto, 17 años es mucho el tiempo transcurrido.

 

Desafíos

 

Este 2012 la gestión ambiental municipal se va a desarrollar permeada por las elecciones municipales de octubre próximo, que se constituye en una extraordinaria oportunidad para fortalecer y brindar sentido estratégico y de largo plazo a la gestión ambiental municipal.

 

Dándole proyección a lo realizado en el 2011, las municipalidades y específicamente sus Unidades de Medio Ambiente, Aseo y Ornato, tienen en 2012 la ocasión propicia para diseñar su estrategia y consolidar su trabajo de gestión ambiental local.

 

Es muy probable que, con un apropiado manejo por parte de las fuerzas políticas en competencia electoral municipal y la incidencia de las organizaciones ciudadanas a nivel comunal, se pueda generar espacios de participación y establecer formas creativas de gobernanza ambiental comunal o mesas de diálogo ambiental.

 

Hay condiciones excepcionales para la actualización de las políticas públicas locales: Agendas Locales 21, Pladecos, ordenanzas y normativas ambientales; crear mecanismos de fiscalización ambiental municipal y ciudadana; aplicar las 3R (reducir, reutilizar y reciclar); reducir el consumo de energía con eficiencia energética; disminuir el consumo del agua; fortalecer los procesos de certificación ambiental municipal; e incentivar la cultura y educación ambiental.

 

En definitiva, en materia ambiental en este 2012, la palabra la tiene la ciudadanía y las municipalidades.

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