Fortalezas y debilidades de los Sistemas de Información Ambiental Global, Nacional y Local
TALLER SOBRE GESTIÓN AMBIENTAL LOCAL E INFORMACIÓN AMBIENTAL "Fortalezas y debilidades de los Sistemas de Información Ambiental Global, Nacional y Local" Por: Luis Alberto Gallegos Uno de los capitales más valiosos en quienes trabajan en el medio ambiente, es el CONOCIMIENTO. Sin conocimiento técnico-científico no es posible cumplir con eficiencia nuestro trabajo. Sin embargo, este conocimiento moderno está impregnado de una virtud y un defecto. Su virtud reside en que ha permitido elevar a niveles nunca antes visto en la historia humana el pensamiento y la razón. Su defecto en que la racionalidad en sí misma ha sobredimensionado el instrumento de la abstracción, el aislamiento o disección de nuestro objeto de estudio. Esta predisposición a la abstracción del conocimiento cartesiano que inspira nuestra moderna racionalidad ha llevado a extremos insólitos la especialización y la compartimentación del conocimiento. Y con ello ha perdido una de las grandes virtudes que el pensamiento humano originario había desarrollado: la transversalidad y la interdisciplinaridad. En otras palabras, el pensamiento holístico. Y la especialización de nuestro conocimiento ha derivado obviamente en determinadas formas de procesarlo, organizarlo y almacenarlo. Asimismo, esta abstracción de nuestro conocimiento ha conducido a determinada forma de organizar nuestro trabajo, que se expresa -entre otras cosas-, en los sistemas de gestión ultraespecializados y segmentados en las unidades productivas, sean de bienes o servicios, sean de productos tangibles o intangibles. Al especializar y compartimentar estructural y orgánicamente el quehacer humano, reforzamos la abstracción, fragmentación o dispersión del conocimiento. La forma contemporánea de organizar la gestión municipal ambiental para el caso de Chile, es una de sus expresiones. Por ello es que los componentes ambientales están dispersos en una diversidad estructural a veces kafkiana de estamentos institucionales. Por ello es que una de las formas de contribuir a restablecer la unidad de pensamiento y acción, de generar articulaciones, co-laboraciones y vasos comunicantes en el ámbito ambiental, es la propuesta de VENTANILLA UNICA DE INFORMACIÓN AMBIENTAL, que luego explicaremos. Los trabajadores ambientales requerimos conocimientos técnico-científicos ambientales para adoptar las decisiones acertadas, oportunas y eficaces. Para tomar las decisiones adecuadas se necesita tener conocimientos exactos y suficientes acerca del objeto o del proyecto a ejecutar. Sin conocimiento veraz no hay decisión adecuada ni proyecto exitoso. La gestión ambiental requiere de un paso previo: la gestión del conocimiento. Este es un esfuerzo específico, sistemático y organizado que tiene tres fases: A) recopilación de amplios antecedentes locales, globales, genéricos y específicos; B) procesamiento de datos o la reflexión analítica sobre los mismos; y C) soluciones, diseños o decisiones a adoptar. En esta ocasión, los dos momentos últimos no los abordaremos, aunque en sí mismos son extraordinariamente importantes. Mas bien aquí veremos el primero, es decir, la recopilación de antecedentes, la generación de insumos o el acopio de INFORMACIÓN. Una precisión. No estamos hablando de la COMUNICACIÓN que es un proceso más complejo y que se inserta en la dinámica específica de interacción entre el emisor y el receptor. Hablamos de la INFORMACIÓN en cuanto insumo para el proceso de la gestión ambiental, sea para fines institucionales de las municipalidades, sea para fines propios de las organizaciones ciudadanas. Según la Guía para funcionarios públicos sobre la transparencia en la información ambiental de la CONAMA (http://www.conamarm.cl ), la legislación chilena no cuenta con una definición acerca de qué es información ambiental. Por ello es que se debe hacer referencia a las definiciones de la Convención de Aarhus ( Dentro de esta definición y considerando los acuerdos suscritos por Chile y concordante con la legislación vigente, se considera información ambiental susceptible de ser solicitada, conocida, analizada y fiscalizada por la ciudadanía, a toda la documentación relativa a los procesos, expedientes, insumos, antecedentes, documentos, presupuestos, datos y evidencias tangibles en posesión de los servicios públicos con referencia ambiental. Es un derecho no sólo de abogados, periodistas, técnicos o especialistas, sino de cualquier ciudadano. Es un derecho que incluye tanto a la información que está a disposición pública de modo permanente en los índices o registros de los servicios públicos o el Diario Oficial, como también a aquella información que no está disponible al público de modo permanente. Y este concepto obliga a entregar información a ministerios, intendencias, gobernaciones, servicios públicos, Contraloría, Banco Central, Fuerzas Armadas, Orden y Seguridad, gobiernos regionales, municipalidades y empresas públicas. Se exceptúa al Congreso y Poder Judicial por tener sus propias normas. Sin información veraz, integral, de calidad, actualizada y oportuna, no hay gestión exitosa ni participación social alguna. Sin información de este tipo no hay manera de formarse opinión propia, tomar las decisiones adecuadas y sentirse parte de un proceso de gestión ambiental. No hay identidad ni interés o motivación alguna para ejercer el derecho a la ciudadanía ambiental. Es más, la desinformación o su deficiencia, es la mejor manera de desincentivar la participación social y de engendrar formas de verticalismo, descontrol, ingobernabilidad y autoritarismo. La desinformación es concomitante al silencio. DECRETO N° 26 SECRETISMO En efecto, una de las dificultades que agrava las dificultades de acceso ciudadano a la información proviene de la carencia, restricciones e insuficiencias respecto a las tecnologías de la información y comunicación (TIC), expresadas en el uso de la computación, acceso a Internet, mensajería electrónica y sistemas multimediales. Muchas veces se explica por falta de recursos técnico-financieros, pero también por debilidades en las destrezas de los recursos humanos. De otro lado, si bien es cierto que la gran mayoría de municipalidades del país dispone de su propio portal, sin embargo operan con grandes limitaciones de recursos para actualizarlas o administrarlas adecuadamente. En las Web municipales que existen, las informaciones locales ambientales, salvo excepciones, son débiles, escuetas o se encuentran recluidas, dispersas y desperfiladas –quizá reflejo de la propia institucionalidad ambiental municipal-, en otras áreas, departamentos y secciones, sin lograr destacar adecuadamente. De las 31 municipalidades que participaron en el Programa GAL en el 2005, sólo 25 disponen de Web. MEDIOS NACIONALES ONGs ESTADO CONAMA CIUDADANÍA Las organizaciones ciudadanas en Chile muy débilmente han creado sus propios sistemas de información ambiental. La prensa escrita ciudadana es costosa, por lo que los ciudadanos y ciudadanas han optado por utilizar los medios electrónicos para la publicación de sus informaciones, convocatorias a eventos y articulación en red. Este proceso ha ido creciendo en los últimos años. Una valiosa experiencia al respecto es la de la comuna de Peñalolén (http://www.penalolen.cl ) y sus avances en el acceso a las TIC a nivel municipal y ciudadano, mediante la creación de telecentros comunitarios en alianza con la Corporación Encuentro, universidades y empresas. Otros avances podemos identificar en el Diario de la Sociedad Civil (http://www.sociedadcivil.cl/nuevodiario/default.asp ) en cuyas páginas podemos encontrar abundante información sobre actividades ambientales particularmente del Sur del país; y el Foro Ciudadano (http://www.forociudadano.cl ) y su propuesta multimedial que combina Internet con radio. Un caso de relevancia son las emisoras comunitarias agrupadas en la Red de Radios Comunitarias, Ciudadanas y Populares de Chile (http://www.nuestroterritorio.cl ) en cuyas programaciones esporádicamente se emiten reportajes relacionados con temas como medicina natural, salud, agua, huertos familiares y residuos sólidos, debido a que responden a las inquietudes locales de la gente. Una interesante experiencia que podría ser una potente plataforma de información ambiental es el Fondo Mixto para el Fortalecimiento de las Instituciones de la Sociedad Civil ( Esta interesante iniciativa es, lo que más adelante detallaremos, una de las experiencias de participación ciudadana de carácter COOPERATIVO. AMÉRICA LATINA Podemos considerar que en el año 2005 se lograron avances normativos muy importantes. Uno de ellos fue la incorporación del Artículo 8º en la Constitución, que establece la publicidad de los actos públicos, y la derogación del Decreto Supremo Nº 26. No obstante, lo más importante en cuanto avance es haber iniciado un amplio proceso de sensibilización en la ciudadanía y específicamente las ONGs y organizaciones sociales, habiendo colocado como parte de la agenda pública el acceso a la información como un tema crucial de nuestra democracia. La realización de este propio evento es una muestra de ello. El propósito de la CONAMA RM, en esta perspectiva del acceso ciudadano a las informaciones ambientales, se inscribe en el contexto de la Modernización del Estado al Servicio de la Ciudadanía. Específicamente se trata de contribuir en generar sistemas, instrumentos, metodologías y espacios de participación e información en la esfera de la gestión ambiental local. La gestión ciudadana es una sola, integral y unívoca. Aunque el modernismo racionalista y abstracto la segmenta en ciudadanía civil (derechos humanos básicos de libertad, propiedad y justicia); ciudadanía política (derecho a la participación del poder y al ejercicio del voto); ciudadanía social (derecho al bienestar y a una calidad de vida saludable) y la ciudadanía económica (derecho a la producción y al consumo de mercado). La participación ciudadana ambiental tiene como fin último el acceso e involucramiento en la GOBERNABILIDAD ambiental. Ese es el sentido de la ciudadanía ambiental. Es lo que usualmente se conoce como empoderamiento ambiental, es decir, el ejercicio del derecho a la participación del poder en las decisiones de gobernabilidad ambiental. Ese es el tema central. En la misma medida que los usuarios ejercen su ciudadanía POLÍTICA ambiental, también podrán ejercer por tanto, su ciudadanía civil, social y económica. De las cuatro, la política es la que define el norte del proceso. El quehacer político de la participación ciudadana es, por tanto, el elemento clave. Ahora bien, pero ¿qué significa el ejercicio de una ciudadanía de gobernabilidad ambiental o una ciudadanía de empoderamiento ambiental? Tiene tres aristas o expresiones. La ciudadanía ambiental puede expresarse en forma de CONFLICTO, es decir, de la manera cómo por lo general se han manifestado los problemas ambientales (caso Celco, Pascua Lama, planes reguladores, etc.). Es la forma primaria de manifestarse y no hay porqué alarmarse por ello. Las crisis ambientales no sólo son la agudización de un problema ambiental no resuelto, sino sobre todo es una posibilidad de resolver un problema ambiental pendiente. La ciudadanía ambiental también puede manifestarse como COOPERACIÓN, que por lo general es la fase que sigue a la del CONFLICTO –aunque no necesariamente- y es el surgimiento del acuerdo, el consenso y las alianzas. Una cooperación que nos llama poderosamente la atención -que precisamente no ha surgido del conflicto-, es la que más arriba señalábamos en el caso del Fondo Mixto para el Fortalecimiento de las Instituciones de la Sociedad Civil, en donde confluyen las organizaciones de la sociedad civil, el Estado y las empresas. Otro ejercicio de ciudadanía ambiental como COOPERACIÓN de diversos actores públicos, privados y ciudadanos, fue el desarrollo de las dos fases del Programa GAL en el 2004 y 2005, tanto a nivel local-comunal, como a nivel Regional Metropolitano. Finalmente, otra forma de expresión de la ciudadanía ambiental es la denominada de AUTOGESTIÓN, en donde la sociedad civil ejerce soberana e independientemente su capacidad de gestión ambiental en forma autónoma sobre proyectos locales o regionales. Estas tres formas de participación o gobernabilidad ciudadana ambiental pueden ser sucesivas, simultáneas y complementarias. Ninguna excluye a la otra y se suscitan en la medida que los interlocutores produzcan consensos o disensos. Ahora bien, ¿de qué manera la información interviene en este proceso de participación y gobernabilidad ambiental? Lo hace proporcionando tres tipos de insumos. Primero son los insumos de información en el ámbito de la GESTIÓN TÉCNICO-CIENTÍFICA, que en el caso de la esfera municipal tienen que ver con el conocimiento riguroso de los problemas ambientales locales (aire, residuos, planes reguladores, calidad del agua, EIA, etc.). Segundo son los insumos de información en el ámbito de la GESTIÓN DE GOBERNABILIDAD POLÍTICA, que tienen que ver con el conocimiento sobre otros actores involucrados en los temas ambientales locales y las reglas de juego vigentes (intereses comunes, demandas particulares, normativas y leyes, etc.). Y tercero, son los insumos de información del ámbito de la GESTIÓN DEL CONOCIMIENTO y se refiere a la metodología de análisis y reflexión sobre la acción ejecutada, que permita superar la actividad reiterativa, espontánea o estéril, y convertirla en praxis transformadora. La información ambiental, por tanto, tendrá sentido en la medida que proporciona insumos de datos de calidad, exactos, veraces, actualizados y oportunos, de modo que posibilite que las decisiones de gobernabilidad ambiental sean certeras y exitosas. El PRINCIPIO 10 señala que "el mejor modo de tratar las cuestiones ambientales es con la participación de todos los ciudadanos interesados, en el nivel que corresponda. En el plano nacional, toda persona deberá tener acceso adecuado a la información sobre el medio ambiente de que dispongan las autoridades públicas, incluida la información sobre los materiales y las actividades que encierran peligro en sus comunidades, así como la oportunidad de participar en los procesos de adopción de decisiones. Los Estados deberán facilitar y fomentar la sensibilización y la participación de la población poniendo la información a disposición de todos. Deberá proporcionarse acceso efectivo a los procedimientos judiciales y administrativos, entre éstos el resarcimiento de daños y los recursos pertinentes". Los medios que hasta el momento el Estado ha utilizado para estos fines son el registro de las oficinas de información de los servicios, el Diario Oficial, las inserciones de prensa, la Biblioteca del Congreso y la documentación impresa o digitalizada en Internet. Pero obviamente son insuficientes. El índice o registro de las oficinas de información muy pocos lo conocen, están desactualizados o no existen; el Diario Oficial lo leen los expertos; las inserciones pasan desapercibidas; la Biblioteca del Congreso es compleja; y la documentación impresa y digital no es de alcance masivo y se hace más distante con la aún persistente "brecha digital". La ciudadanía no tiene posibilidades de crear sus propios medios o sistemas de comunicación debido fundamentalmente a recursos. Ello es tarea del Estado. En la gobernabilidad moderna el Estado no sólo está llamado a facilitar el acceso a la información ciudadana acerca de la administración pública, sino además está obligado a PROMOVER dicho acceso. Y en la promoción del acceso ciudadano a la información ambiental debe, por tanto, hacerse cargo de CREAR LOS MEDIOS apropiados para que dicho derecho ciudadano se ejerza de la manera más eficaz y participativa posible. El acceso de la ciudadanía a la información ambiental hay que verlo entonces en una doble dimensión. Por un lado, de recabar datos respecto a la gestión ambiental local, regional o nacional, a efecto de participar lúcidamente en las decisiones de un desarrollo sustentable que permita una mejor calidad de vida y un entorno armónico y saludable. Por otro, se trata de un ejercicio democrático para adquirir destrezas en la gobernabilidad ambiental y en la gobernabilidad de las agendas políticas, económicas y sociales del país. El proyecto democrático de Chile no sólo es construir un CIUDADANO(A) AMBIENTAL sino construir un CIUDADANO(A) INTEGRAL, con aptitudes de gobernabilidad local y global. Esto es lo que se denomina promover el empoderamiento ciudadano. 7. LA PROPUESTA Nuestra propuesta buscar abordar la insuficiencia que existe en los gobiernos locales de la Región Metropolitana para garantizar el derecho ciudadano a la información ambiental y al involucramiento ciudadano en la gestión ambiental local. La vía por la cual pretende apoyar a la solución es la instalación de capacidades en funcionarios municipales, dirigentes y organizaciones vecinales en estas materias; el fortalecimiento de la Institucionalidad ambiental local (departamentos de medio ambiente, ordenanzas municipales u otras); y el fortalecimiento de las redes ciudadanas (animación informática y presencial de redes, elaboración de materiales de divulgación ad hoc a los contenidos del proyecto, realización de seminarios y talleres). Nuestra propuesta estriba en avanzar en la instalación de mejores sistemas de gestión ambiental en el nivel local municipal y ciudadano, con énfasis en la gestión ambiental local informativa. El objetivo específico de nuestra propuesta consiste en fortalecer el vínculo y articulación entre las instancias regionales del Estado en materia ambiental, y las instancias locales municipales y ciudadanas en comunas de la Región Metropolitana de Santiago, de modo de garantizar el acceso a información ambiental expedita y oportuna para su involucramiento en la gestión ambiental y la toma de decisiones a nivel local. Esto es lo que denominamos más arriba como una CIUDADANÍA AMBIENTAL COOPERATIVA. En este sentido, nuestro objetivo reside en contribuir al proceso de Modernización del Estado chileno, a través del desarrollo de iniciativas que contribuyan a consolidar la institucionalización de un Estado y la Gestión Ambiental Local al servicio de la ciudadanía y centrado en la participación. Nuestra propuesta considera que están dadas las condiciones propicias para avanzar en instalar capacidades en determinado número de comunas de la Región Metropolitana de estructuras municipales bajo el formato de VENTANILLA ÚNICA DE GESTIÓN AMBIENTAL LOCAL INFORMATIVA CIUDADANA. Asimismo, están dadas las oportunidades para apoyar la elaboración, sistematización y/o acceso de INSTRUMENTOS DE GESTIÓN de alcance local para la participación ciudadana y el resguardo al derecho ciudadano de acceder a información ambiental. Simultáneamente a ello, es posible avanzar en fortalecer las REDES AMBIENTALES MUNICIPALES Y CIUDADANAS para facilitar el flujo de información en todos los niveles de la gestión ambiental de la Región Metropolitana (Regional, Local Municipal y Local Ciudadano). Finalmente, consideramos que es imprescindible VISIBILIZAR EXPERIENCIAS EXITOSAS en materia de involucramiento ciudadano para la gestión ambiental local y suministrar asistencia a UMAs para la transferencia de esas experiencias Santiago, 11 de mayo de 2006. Gracias.
ACCESO A LAS TIC EN LA ACHM Y MUNICIPALIDADES
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