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Luis Alberto Gallegos

10 Años del Boletín GAL: Urge generar políticas de comunicación ciudadana en la gestión ambiental local

Santiago, martes 30 de septiembre de 2014, por Luis Alberto Gallegos, Editorial de Boletín GAL.- En el editorial de este lunes 29 señalábamos que las comunicaciones ambientales –a partir de la experiencia del Boletín GAL-, no solo son indispensables para la visibilidad y difusión de los proyectos de gestión ambiental local (GAL), sean ciudadanas o municipales.

 

Indicábamos que, sobre todo, la comunicación ambiental se constituye en una herramienta de desarrollo del conocimiento científico-ambiental –en particular para los diagnósticos ambientales-, en un potente factor de generación de asociatividad y redes socio ambientales; y de plataforma ineludible a la hora del diseño y la ejecución de las estrategias ambientales a nivel local, regional, nacional o global.

 

En otras palabras, sin comunicación ambiental, no hay GAL.

 

Es esta edición, compartiremos con ustedes algunos contenidos resumidos de los conceptos desarrollados en los talleres del Programa de Educación Ambiental Ciudadano y Municipal (PEAM) que el equipo del Boletín GAL y el Instituto de Ecología Política (IEP), han desplegados junto a municipalidades y organizaciones ciudadanas socio ambientales de algunas regiones del país.

 

Información, educación y empoderamiento

 

Para realizar sus proyectos y planes ambientales, los gobiernos locales y la ciudadanía requieren adoptar decisiones acertadas y oportunas. 

 

Para tomar decisiones adecuadas se necesita tener conocimientos exactos y suficientes acerca del estado del medio ambiente local -o también denominada línea base-, circunstancias, entorno y propósito del proyecto o actividad ambiental a ejecutar.

 

Para acceder a estas condiciones, es necesaria la comunicación ambiental. Sin información y conocimiento veraz, integral, de calidad, actualizado y oportuno, no hay decisión política adecuada ni proyecto ambiental exitoso.

 

Sin conocimiento no hay manera de formarse opinión propia, tomar el camino adecuado y sentirse parte de un proceso de gestión ambiental.

 

La capacidad de tomar decisiones sobre el medio ambiente expresa el grado de conocimiento local y global y es la antesala del empoderamiento ciudadano. Y no hay empoderamiento sin facultades de decisiones.

 

No existe participación ciudadana ambiental alguna sin información, sin conocimiento, sin empoderamiento, sin poder. A mayor conocimiento, mayor poder político y mayor capacidad de decidir ambientalmente.

 

Según el Principio 10 (Río de Janeiro, 1992): “El mejor modo de tratar las cuestiones ambientales es con la participación de todos los ciudadanos interesados, en el nivel que corresponda. (...) Los Estados deberán facilitar y fomentar la sensibilización y la participación de la población poniendo la información a disposición de todos”.

 

¿En qué medida y de qué forma la comunicación es una herramienta pedagógica ambiental?

 

La comunicación ambiental tiene una triple misión: informar con alto nivel de conocimiento científico, ser un factor educativo y fomentar la participación ciudadana.

 

Especificidad de lo ambiental

 

La eficiencia y éxito de la gestión ambiental se garantiza con la articulación entre los gobiernos locales y las organizaciones ciudadanas.

 

La red de gobernabilidad a nivel comunal, que incluye las decisiones políticas de los gobiernos locales y la participación de la sociedad civil, se hace realidad en espacios y herramientas de comunicación transparentes, bidireccionales y vinculantes.

 

La gobernabilidad ambiental requiere una dinámica interactiva o sinergia entre los actores involucrados, es decir, herramientas específicas de comunicación y un sistema eficiente de gestión.

 

Agenda 21 y Convención de Aarhus

 

El Capítulo 28 de la Agenda 21 (Río de Janeiro, 1992) recomienda que cada autoridad local debe promover un diálogo con sus ciudadanos, organizaciones locales y empresas, y aprobar un "Programa 21 local", para recibir la información necesaria para formular las mejores estrategias ambientales.

 

Chile no dispone de una definición exacta de información ambiental. Por ello se acude a la Convención de Aarhus, que la define como el estado del aire, atmósfera, agua, suelo, tierras, paisaje, sitios naturales, biodiversidad, energía, ruido, radiación, administración, acuerdos, políticas, leyes, planes, programas, salud, seguridad, condiciones de vida y sitios culturales.

 

Por ello, se ha definido que la información ambiental es toda la documentación relativa a los procesos, expedientes, insumos, antecedentes, documentos, presupuestos, datos y evidencias tangibles en posesión de los servicios públicos con referencia ambiental. Su acceso es un derecho no sólo de abogados, periodistas, técnicos o especialistas, sino de cualquier ciudadano.

 

Es un derecho que incluye tanto a la información que está a disposición pública de modo permanente en los índices o registros de los servicios públicos o el Diario Oficial, como también a aquella información que no está disponible al público de modo permanente y a la que la ciudadanía puede acceder. En Chile, este derecho está refrendado por la Ley de Transparencia y Acceso a la Información Pública y por las normativas de participación ciudadana en el SEA, por ejemplo.

 

Agenda 21 y la información ambiental

 

La Agenda 21 recomienda fortalecer la capacidad local, provincial, nacional e internacional, de utilización de la información en los procesos de adopción de decisiones. Recomienda dar acceso a la información pertinente en la forma y en el momento en que se precise para facilitar su uso.

 

Señala que los gobiernos deberían considerar la posibilidad de introducir los cambios institucionales necesarios en el plano nacional, para lograr la integración de la información sobre el medio ambiente y sobre el desarrollo.

 

Recomienda suministrar a las comunidades locales la información y los métodos que necesitan para que apliquen los conocimientos y los enfoques tradicionales y autóctonos, cuando proceda. Esto reviste particular importancia en el caso de las poblaciones rurales y urbanas y los grupos indígenas, de mujeres y de jóvenes.

 

Chile y la información ambiental

 

La democracia en Chile no sólo es construir un Ciudadano Ambiental, sino construir un Ciudadano Integral con empoderamiento y aptitudes de gobernabilidad local y global.

 

La información, la comunicación y el conocimiento científico son los componentes que permiten renovar nuestras formas de hacer política y de construir gobernanza.

 

El ejercicio de la ciudadanía en el Derecho de Acceso a la Información Pública y Ambiental, no sólo debe ser en calidad de receptora sino también de re-emisora de la misma información.

 

La ciudadanía tiene el derecho de crear sus propios sistemas de información ambiental. Hay que crear sistemas de comunicación ciudadanos (radio, televisión, Internet, multimedia, espacios abiertos de interacción) con el apoyo del Estado. No sólo hay que crear el MENSAJE, sino también hay que crear el MEDIO.

 

El Estado no sólo debe facilitar el acceso a la información ambiental, sino que también debe promover que la ciudadanía genere y participe en su propio proceso informativo.

 

El Estado debe brindar los instrumentos, recursos y normativas para que las organizaciones ciudadanas organicen su propio Sistema de Información Ambiental.

 

Por ejemplo, las radios comunitarias y ciudadanas es una esfera de comunicación y educación ambiental eficaz tanto en el mundo urbano como rural. Asimismo, el acceso a Internet y a la democratización de la informática en las comunidades sobre todo más vulnerables, en riesgo ambiental o consideradas “Zonas de Sacrificio”, es un desafío urgente para que informen acerca de sus problemas y de sus propuestas de resolver sus problemas ambientales.

 

Los municipios y las organizaciones ciudadanas pueden construir redes de comunicación, a partir de la Gestión Ambiental (GAL).  Esas redes pueden constituirse en formas de gobernanza y en modalidades de un Sistema Ciudadano de Información Ambiental.

 

Este es un desafío y una responsabilidad del actual gobierno de la presidenta Bachelet, de poder generar las condiciones a que los grandes desafíos respecto al cambio climático, planes de descontaminación, enfrentar la sequía, entre otros temas clave, puedan ser informados, comunicados y educados, mediante los propios medios de comunicación de la ciudadanía ambiental. (FIN)

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