La Filosofía y el Cambio Climático
La Filosofía y el Cambio Climático
Santiago, Chile, viernes 2 de septiembre de 2016, por Luis Alberto Gallegos, Editorial Boletín GAL.- El reciente debate respecto a la eventual modificación del currículum escolar que eliminaría la Filosofía de los ramos obligatorios dejándolo como una de las asignaturas electivas, no es cualquier discusión bizantina.
Se trata de un asunto que expresa la percepción que tiene la autoridad y la clase política sobre el grado y tipo de conocimiento que debe existir en la educación y tiene profundas implicancias respecto al proyecto de ciudadanía que construimos en cuanto a su acceso a la comprensión, sabiduría y armonía sobre su entorno y su propia existencia como especie.
Según Wikipedia, la filosofía es el estudio de una variedad de problemas fundamentales acerca de cuestiones como la existencia, el conocimiento, la verdad, la moral, la belleza, la mente y el lenguaje (https://es.wikipedia.org/wiki/Filosof%C3%ADa).
Para otras definiciones, la filosofía es la reflexión metódica que refleja la articulación del conocimiento y los límites de la existencia y de los modos de ser; la filosofía sería el “amor por el conocimiento” (http://definicion.de/filosofia/).
En definitiva, la filosofía sería la ciencia que trata de la esencia, propiedades, causas y efectos de las cosas. Es el resultado de un conjunto de ideas, pensamientos o reflexiones sobre algo, de buscar explicaciones a enigmas de nuestro mundo.
En conclusión, los problemas filosóficos surgirían de dos puntos principales: el hombre y su relación con el universo (http://conceptodefinicion.de/ filosofia/).
Desde esta perspectiva, la filosofía es transversal a todo el conocimiento humano, incluidas las ciencias ambientales, climáticas y sustentables. Las actividades que desarrollan nuestras comunidades locales en cualquier ámbito que se desenvuelvan, en lo económico, social, político, ambiental o cultural, requieren un alto grado de conocimiento empírico, científico, ancestral, adquirido o resiliente. “La praxis creadora exige una elevada actividad de la conciencia, no solo al trazar, al comienzo del comienzo práctico, el fin o proyecto originario que el sujeto tratará de plasmar con su actividad material, sino también a lo largo de todo el proceso” (http://www.elsarbresdefahrenheit.net/documentos/obras/2133/ficheros/folosofc3ada_de_la_praxis_sc3a1nchez_vc3a1zquez.pdf).
Por tanto, este conocimiento y esta conciencia sobre la realidad que se pretende intervenir y el diseño del proyecto creador que pretende transformarla, son componentes necesarios e indispensables para toda acción humana. Particularmente en la práctica ambiental, climática y sustentable.
El cambio climático es un desafío práctico concreto en cuanto a mitigación de gases de efecto invernadero y en cuanto a la generación de sistemas de adaptación ante sus impactos particularmente a nivel local. Y este desafío práctico requiere ante todo un desafío de conocimiento profundo de este fenómeno global.
Por ello es que el Plan de Acción Nacional de Cambio Climático, PANCC 2017-2022, es claro y preciso respecto a la gestión del conocimiento sobre el cambio climático: “La estrategia de educación tiene como objetivo integrar el cambio climático en el sistema de educación formal. Incluye entre sus actividades la implementación de un Programa Nacional de Educación de Cambio Climático, que busca incorporar la temática del cambio climático en los niños desde la edad temprana y sus familias, lo que facilita el proceso de adaptación al cambio climático y generar cursos de educación formal en la Educación Superior referido al cambio climático” (http://portal.mma.gob.cl/wp-content/uploads/2016/04/Anteproyecto-PANCC-2017-2022-FINAL-2016-04-18.pdf)
Y esto es ciencia. Esto es filosofía. Esto es, lo que se ha denominado: apropiación por las comunidades locales del conocimiento científico ambiental. Esto es ciudadanizar la ciencia climática para convertirla en praxis sustentable y transformadora. Ojalá que las decisiones de la autoridad no nos despojen de este bien inmaterial urgente e indispensable para enfrentar el cambio climático que nos afecta y que nos afectará por las décadas próximas. (FIN)
0 comentarios