Conceptos, Antecedentes y Estrategias: Documento Base del Seminario sobre Cambio Climático GLOBAL y Adaptación LOCAL.
LA CIENCIA CLIMÁTICA
Existe consenso científico que el clima global se alterará significativamente en este siglo. Ello es resultado del aumento de concentraciones de gases invernadero, tales como el dióxido de carbono, metano, óxidos nitrosos y clorofluorocarbonos, los que, al estar atrapando una porción creciente de radiación infrarroja terrestre, harán aumentar la temperatura planetaria entre 1,5 y 4,5 °C.
La Tierra recibe energía del Sol en forma de radiación electromagnética, la superficie terrestre recibe radiación ultravioleta (UV) y radiación visible y emite radiación terrestre a la forma de radiación infrarroja. Estos dos grandes flujos energéticos deben estar en balance. Pero la atmósfera afecta la naturaleza de este balance. Los gases invernadero permiten que la radiación de onda corta solar penetre sin impedimento, pero absorben la mayor parte de la emisión de ondas largas terrestres. Por ello la temperatura global promedio es de 288K o 15°C, 33 grados más alto que si no tuviera atmósfera. Este efecto se llama el "Efecto Invernadero".
Aunque hay incertidumbre respecto a las implicaciones del cambio climático global y las respuestas de los ecosistemas, ello puede traducirse en desequilibrios económicos sobre todo en países que dependen de recursos naturales. Asimismo, tendrá impacto directo en la expansión del área de enfermedades infecciosas tropicales, inundaciones de terrenos costeros y ciudades, tormentas más intensas, la extinción de incontables especies de plantas y animales, fracasos en cultivos en áreas vulnerables y aumento de sequías.
El Cambio Global Climático es un cambio atribuido directa o indirectamente a las actividades humanas que alteran la composición global atmosférica, agregada a la variabilidad climática natural observada en periodos comparables de tiempo.
La IPCC (Panel Internacional sobre Cambio Climático), un panel de 2500 científicos de primera línea, acordaron que "un cambio discernible de influencia humana sobre el clima global ya se puede detectar entre las muchas variables naturales del clima". Según el panel, la temperatura de la superficie terrestre ha aumentado aproximadamente 0.6°C en el último siglo. Las emisiones de dióxido de carbono por quema de combustibles, han aumentado a 6.25 mil millones de toneladas en 1996, un nuevo récord. Por otro lado, 1996 fue uno de los cinco años más calurosos que existe en los registros (desde 1866). Por otro lado se estima que los daños relacionados con desastres climáticos llegaron a 60 mil millones de US$ en 1996, otro nuevo récord.
De acuerdo a la IPCC, una duplicación de los gases de invernadero incrementarían la temperatura terrestre entre 1 y 3.5°C. Aunque no parezca mucho, es equivalente a volver a la última glaciación pero en la dirección inversa. Por otro lado, el aumento de temperatura sería el más rápido en los últimos 100.000 años, haciendo muy difícil que los ecosistemas del mundo se adapten.
El consenso científico como resultado de esto, es que seguramente habrá un aumento global de la temperatura entre 1.5 y 4.5°C en los próximos 100 años. Esto agregado al ya existente aumento de 0.5°C que ha experimentado la atmósfera desde la revolución industrial.
En la última década, varios modelos complejos de circulación general (GCMs), han intentado simular los cambios climáticos antropogénicos futuros. Han llegado a las siguientes conclusiones:
Un calentamiento global promedio, entre 1,5 y 4,5 °C ocurrirá, siendo la mejor estimación 2,5 °C
La estratosfera se enfriará significativamente.
El entibiamiento superficial será mayor en las altas latitudes en invierno, pero menores durante el verano.
La precipitación global aumentará entre 3 y 15%.
Habrá un aumento en todo el año de las precipitaciones en las altas latitudes, mientras que algunas áreas tropicales, experimentarán pequeñas disminuciones.
Modelos más recientes dependientes del tiempo, que acoplan los componentes oceánicos y atmosféricos, han entregado estimaciones más confiables, los resultados más significativos indican:
Un calentamiento global promedio de 0,3 °C por década, asumiendo políticas no intervencionistas.
Una variabilidad natural de aproximadamente 0,3 °C en temperaturas aéreas superficiales globales, en una escala de décadas.
Cambios en los patrones regionales de temperatura y precipitaciones similares a los experimentos de equilibrio.
Como conclusión, la temperatura global promedio podría aumentar entre 2 y 4 °C para el año 2100, si el desarrollo global continúa a los ritmos actuales. Si se incorpora la influencia de los aerosoles atmosféricos al modelo, el calentamiento disminuye a aproximadamente 0,2 °C por década, en los próximos 100 años. Esta tasa de cambio climático, aún así, es más rápido que en cualquier otro momento de la historia de la Tierra. Si las naciones no actúan, el mundo podrá experimentar numerosos impactos adversos como resultado del calentamiento global futuro.
Poder predecir cómo esto afectará al clima global, es una tarea muy difícil. El aumento de temperatura tendrá efectos expansivos. Por ejemplo, los patrones de lluvia y viento, que han prevalecido por cientos y miles de años, de las que dependen millones de personas, podrían cambiar. El nivel del mar podría subir y amenazar islas y áreas costeras bajas. En un mundo crecientemente sobrepoblado estas presiones causarán directamente mayor hambruna y otras catástrofes.
La quema de combustibles fósiles y la tala y quema de bosques, liberan dióxido de carbono. La acumulación de este gas, junto con otros, atrapa la radiación solar cerca de la superficie terrestre, causando un calentamiento global. Esto podría en los próximos 45 años, aumentar el nivel del mar lo suficiente como para inundar ciudades costeras en zonas bajas y deltas de ríos. También alteraría drásticamente la producción agrícola internacional y los sistemas de intercambio.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), aun un pequeño aumento de temperatura puede causar un aumento dramático de muertes debido a eventos de temperaturas extremas; el esparcimiento de enfermedades tales como la malaria, dengue y cólera; sequías, falta de agua y alimentos. La IPCC lo plantea así: "El cambio climático con certeza conllevará una significativa pérdida de vidas".
El calentamiento de la Tierra, además de descongelar las capas polares, puede causar un cambio en el sistema de circulación del aire, cambiando patrones de lluvia. De esta manera, por ejemplo, el Medio-Oeste norteamericano (fuente agrícola de Estados Unidos), podría transformarse en desierto, y las zonas de cultivo moverse hacia áreas de Canadá.
CONTEXTO INTERNACIONAL
La Conferencia sobre Medio Ambiente y Desarrollo de la ONU, es el más completo de los planes de acción para los 90’s y más allá, adoptada por la comunidad internacional. Representa un set de estrategias integradas y programas detallados para parar y revertir los efectos de la degradación ambiental y promover el desarrollo adecuado y sustentable en todos los países.
La Conferencia sobre Ambiente y Desarrollo de las Naciones Unidas, realizada en Río de Janeiro en Junio 1992, confronta diversas áreas que se relacionan con el cambio global, proveyendo un contexto de políticas que enfrentan el cambio global, incluye: recursos naturales, impactos ambientales del desarrollo, protección de ecosistemas, compartir ideas científicas, internalización de costos ambientales, etc.
La Convención Marco sobre Cambio Climático, firmada por 165 estados, compromete a sus firmantes a la meta de “estabilizar la concentración de gases invernadero en la atmósfera a niveles que eviten interferencias antrópicas con el sistema climático”. Este año 2004 se cumple una década de esta Convención, que se conmemorará con la 10ª Conferencia de la COP-10 en Buenos Aires, Argentina, desde el 6 al 17 de diciembre.
El IPPC (Panel Internacional sobre Control Climático) es un cuerpo internacional, que consiste en delegados y científicos intergubernamentales, que desde 1988 están evaluando el calentamiento global. Su última evaluación mayor fue “Cambio Climático 1995”, que proveyó la base para la reunión de Ginebra y la reunión en Kyoto, Japón en diciembre 1997.
En definitiva, el Cambio Climático Global es un hecho, aunque existen los escépticos de siempre, no representan de ninguna manera un grupo mayoritario. Es por ello que los Gobiernos a nivel mundial han reaccionado ante la amenaza cada vez más cercana de alteraciones climáticas que puedan colocar sus economías y millones de vidas en peligro.
El Cambio Climático Global, por otro lado, ha dejado muy claro la globalización de los problemas ambientales. Es imposible e inútil enfrentar los problemas más graves en el ambiente si no es una empresa que involucre a todas las naciones. Todos estos síntomas también se dan en Chile. Los cambios locales son parte de un fenómeno planetario. El cambio global nos afecta, estamos inmersos en él.
Según la investigación en modelos de simulación, los resultados para Chile y Norteamérica sugieren que el cambio significaría para todas las latitudes un aumento de temperatura de más de 3,5ºC, pero con diferencias entre ambos hemisferios. En Chile, el cambio sería mayor a medida que aumenta la latitud.
Respecto al calentamiento global se anticipan aumentos de temperatura de 2 a 5ºC en promedio una vez que se duplique el CO2. Este efecto, debido a la presencia de otros gases, se produciría entre los años 2.030 y 2.050. Por la asimetría interhemisférica el aumento de temperatura se sentirá unos 20 a 30 años antes en el Hemisferio Norte que en el Sur.
Una predicción reciente que considera la asimetría entre hemisferios anticipa que los cambios serán mucho más lentos y de menor envergadura en nuestro hemisferio. Debe considerarse que estas predicciones anticipaban para la actualidad incrementos de temperaturas mayores que los medidos. De ser acertadas, corrigiendo por el incremento medido, los sectores más australes de nuestro país apenas percibirán la duplicación del CO2 en los primeros decenios del siglo, con el incremento de temperatura del orden de 0,5ºC.
En relación al ciclo hidrológico, se espera que con el aumento de temperatura aumente la evaporación y la nubosidad, lo que aumentaría las precipitaciones, aunque no hay consenso de si será sólo el invierno y en todas partes por igual. Algunos modelos predicen desecación en algunas áreas y aumento de precipitación en otras, pero, sin embargo, no logran coincidir entre sí.
Otro aspecto poco conocido es el de las reacciones humanas ante los cambios climáticos y sus consecuencias. Es de esperar que ante cambios en la distribución de las potencialidades del planeta se observen respuestas psicológicas individuales, así como económicas, sociales y geopolíticas. Por ello, dependiendo de la magnitud local y relativa de los cambios climáticos, podría haber cambios importantes en el orden mundial vigente.
Ante la magnitud del cambio en ciernes, donde se sugiere que habrá cambios en muchas variables simultáneamente y muchas de las cosas que damos por sentadas ya no serán así, cabe preguntarse por las estrategias que países pequeños, como Chile, deben adoptar. Pareciera que dos elementos fundamentales de esa estrategia deberán ser, por un lado, mantenerse informados acerca de qué se sabe de los cambios y cómo afectarán a distintas partes de la biosfera y, por otro, ponderar la importancia que los distintos componentes del cambio global podrían tener en Chile.
El cambio global ya se está produciendo, su complejidad es mayor que la de cambios pasados, y recién se está sólo empezando a comprender su magnitud y significado.
Sin duda la mejor manera de compenetrarse con lo que sucede es aprender lo que se investiga en otras partes y relacionar esos descubrimientos con la situación chilena. No parece razonable intentar investigar lo que podría suceder en Chile manteniéndose aislado de los avances en el resto del mundo, pero es necesario investigar cómo se dan los fenómenos en el país. Sabemos que la particularidad de los ecosistemas locales es tanta como para que, ni en Chile ni en ninguna otra parte del mundo, pueda descansarse sobre resultados obtenidos en otros lugares y confiarse que los sistemas locales responderán en forma similar. Es preciso averiguar cómo responderán nuestros ecosistemas y cómo podrían mitigarse los cambios en sociedades como la nuestra.
Por otro lado, todos los aspectos del cambio global no afectan a todos los países con igual importancia, ni tienen la misma velocidad de desarrollo. Como se mostró, la evidencia disponible sugiere que el cambio climático sería relativamente lento en Chile, comparado con lo esperado a latitudes similares en el Hemisferio Norte. Pero los cambios asociados a la industrialización, al cambio de uso de la tierra y de los recursos, podrían ser mucho mayores y más rápido. En otras palabras, y a modo de hipótesis, podría ser que los cambios debido al cambio de uso de la tierra y la industrialización fuesen tan rápidos y desbastadores que los cambios climáticos queden enmascarados. Por ejemplo, podría ser que cuando haya transcurrido suficiente tiempo y se den las condiciones para verificar el efecto del cambio climático sobre la distribución de los bosques de Chile, ya no queden bosques porque han sido sobreexplotados. Lo mismo podría suceder con otros ecosistemas y con distintas especies.
De tal modo es preciso mantenerse informado del conocimiento existente sobre los cambios globales, puesto que por la globalización de la economía mundial los efectos locales son tan importantes como los relacionados con otros centros de producción y consumo. Esto ocurrirá más rápido en la medida que entendamos que nuestros problemas son parte de un fenómeno más general. Pero, también es necesario revaluar continuamente la importancia de los distintos aspectos del cambio global y cómo ellos afectan a los ecosistemas de nuestro país y a su sociedad. Los más capacitados y más interesados en hacerlo somos los chilenos. El país no puede permanecer al margen de la investigación sobre el cambio global que se está produciendo, a riesgo de depender de interpretaciones hechas por otros en base a realidades ecológicas y sociales diferentes.
Chile ratificó la Convención de Cambio Climático en 1994 y pasó a ser ley de la República el 13 de Abril de 1995. Si bien Chile forma parte de esta Convención, se ha participado en diversos foros, se han hecho estudios y proyecciones, éstos no han llegado a satisfacer completamente las necesidades planteadas por el desarrollo del país, debido principalmente a la falta de un respaldo político y científico adecuado y debido a la falta de información a la ciudadanía. Esta situación debe revertirse.
Es imperiosa la necesidad de aumentar la participación de la comunidad científica de nuestro país en el enfrentamiento de este problema, junto con incrementar también la inversión en nuevos recursos humanos que nos permitan participar activa, continua y coherentemente en, entre otros, el Panel Científico de Cambio Climático.
ANTECEDENTES RECIENTES
En una conferencia celebrada en febrero del 2005, en Exeter, Reino Unido, Bill Hare, un científico del Instituto alemán Potsdam para la Investigación del Impacto Climático, describió los riesgos globales del aumento de las temperaturas para las especies, los ecosistemas, la agricultura, el agua y las condiciones socioeconómicas. Elaborado mediante una síntesis de estudios académicos recientes y de diversos campos, el calendario del Dr. Hare indica que los efectos del cambio climático aumentarán rápidamente según vaya aumentando la temperatura media global. Según el Dr. Hare, los peligros para las civilizaciones son enormes, y habrá refugiados medioambientales que traspasarán fronteras debido a la falta de agua y alimentos. Esto será especialmente cierto en el caso de los países en desarrollo, añadió. Los refugiados ambientales serán el principal problema del siglo XXI porque la subida del mar comportará la desaparición de ciudades enteras. Una catástrofe natural peor que la del tsunami del sureste asiático. Si el tsunami hubiera pasado a finales del XXI con un aumento de medio metro del nivel del mar, el número de muertos ascendería a más de un millón de personas. Con una subida de sólo 10 centímetros, la tormenta de 1953, que causó 2.000 muertos en Holanda, hubiera provocado decenas de miles de víctimas en los Países Bajos.
En el caso agrícola, la preocupación científica es global. Para el doctor Mark Howden, del Departamento Ecosistemas Sustentables del CSIRO de Australia, los cambios en el clima podrían reducir la calidad y cantidad de los productos, la confiabilidad de las producciones y la sustentabilidad de recursos como el agua. "La caída en la producción agrícola comenzará a sentirse bastante rápido; en una escala de 20 años podremos ver los impactos", señaló Dieter Schoene, funcionario de la FAO. Según estudios de esta última entidad, realizados en conjunto con el Instituto Internacional para el Análisis de Sistemas Aplicados (IIASA), como consecuencia del cambio climático, en 2080 el rendimiento de los cultivos caerá y desaparecerán algunas zonas templadas. No obstante, el impacto dependerá de variables como latitud, altitud y tipo de cultivo. Por los altos niveles de CO2 en la atmósfera, plantas como el trigo, el arroz o la soya tendrán una mejor eficiencia fotosintética que el maíz o la caña de azúcar, lo que aumentaría su producción. También podrían estimularse cultivos en zonas donde antes no existían. Según el estudio de la FAO muchos países industrializados (áreas de América y Europa, e incluso Rusia) se tornarán aptas para cultivar cereales. Los grandes perdedores serían países de América Latina y el Caribe, así como de África y Asia, donde las alzas de la temperatura dejarían muchas tierras improductivas. En Sudamérica aumentarán las áreas que requieren riego. Si hoy 170 millones de hás. dependen de las lluvias, con el calentamiento global serían 320 millones. En Centroamérica y el Caribe, éstas pasarán de 75 a 100 millones de hectáreas. En cambio, en las zonas tropicales y subtropicales los períodos de crecimiento de los cultivos serían mucho más cortos.
IMPACTO EN CHILE
Según el Dr. Jorge Carrasco, de la Dirección Meteorológica de Chile, localmente y de acuerdo a los resultados del reporte del IPCC (Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático) de 2001, la costa oeste de América del Sur a lo largo de Chile muestra un aumento generalizado de la temperatura del aire del orden de 0.2 ºC para el período 1901 – 2000, mientras que en la Península Antártica el aumento es de alrededor de 0.5 a 1 ºC en los últimos 30 años. Sólo un leve enfriamiento se observa en la región sur, en las latitudes cercanas a Puerto Montt de alrededor de -0.2 ºC. En los últimos 40 años, el análisis de diversas estaciones del país indican un aumento de la temperatura media anual (y las medias estaciónales) de alrededor de 1 ºC entre Arica y Concepción. Mientras que entre Temuco y Coyhaique-Balmaceda se sigue manifestando más bien una leve disminución de la temperatura. Por otra parte, el gradual calentamiento que mostraban las estaciones australes, indican también una disminución que se inicia alrededor de 1980 tal como lo revelan las temperaturas de la localidad de Punta Arenas.
De acuerdo con el Dr. Carrasco, en cuanto a la precipitación se estima una disminución generalizada en el siglo XX a lo largo de la costa occidental de América del Sur. En general, se observa una disminución de un 10 al 20% entre La Serena y Santiago, la que aumenta a 30- 50% en Concepción y Valdivia, mientras que sólo un 5% de disminución en Punta Arenas. El comportamiento de la precipitación en Chile esta muy asociada al fenómeno de El Niño y La Niña, principalmente en la zona central. Las predicciones del IPCC indican que ante un escenario de calentamiento, El Niño y La Niña se harían más frecuentes e intensos por lo que pueden incidir a que aumenten los eventos extremos como inundaciones y sequías. Chile, siendo afectado por estos fenómenos, no estaría ajeno a la ocurrencia de estos extremos.
De otro lado, el Dr. Carrasco indica que se estima que Chile cuenta con una superficie de glaciares de alrededor de 20.575 km2, de los cuales un 75% correspondería a los 1751 glaciares inventariado al año 2000 (Rivera y otros 2000). A lo largo de la cordillera de Los Andes, incluyendo los campos de hielo Patagónicos, la mayoría de los glaciares muestran un retroceso durante la segunda mitad del siglo XX, tal como lo revelan estudios realizados investigadores como Casassa y Rivera. En general se observa un retroceso salvo en el glaciar Pio XI ubicado en los Campos de Hielo Sur, donde se registra un avance como consecuencia de la dinámica misma del glaciar cuyo efecto es mayor al que pudiera tener un cambio medio ambiental. Hay evidencia, al menos en Chile, de un ligero aumento de la isoterma cero que justificaría en parte el retroceso de los glaciares andinos. Los análisis hidrológicos indican un aumento de los caudales de los ríos como producto de los deshielos de los glaciares. Esta situación puede llegar a ser preocupante en el corto plazo en la zona centro-sur del país, la que se podría ver afectada por la falta de agua potable como consecuencia de una disminución de las precipitaciones y un calentamiento que provoca los deshielos.
Según el Dr. Carrasco, no se tiene información del comportamiento de la altura media del nivel mar en las costas Sudamérica, pero se estima un leve aumento. A nivel mundial en aumento alcanza a alrededor de 15 centímetros y para fines del presente siglo podría alcanzar alrededor de unos 50 centímetros más. Las regiones de hielos y nieves permanentes (incluidos Antártica y Groenlandia) representan 70 metros de agua equivalente. Es decir que, sí hipotéticamente se derrite toda la nieve y hielo existente en el planeta, el nivel medio del mar subiría 70 metros. En el largo plazo (por sobre los 300 años), la Antártica Occidental puede representar el peligro más inmediato por su condición de inestabilidad ante un continuo calentamiento del planeta. Esta porción de la Antártica representa un equivalente de 5 metros de aumento del nivel medio del mar en caso de colapso y su total deshielo. Para la región latinoamericana tampoco se cuenta con información sobre cambios en el comportamiento de las plantas y animales, aunque se percibe en Chile un avance del desierto que debiera conllevar otros cambios en la fauna de los ecosistemas alterados. Según las simulaciones climáticas de los modelos numéricos, se estima que los eventos El Niño y La Niña se vean alterados (siendo más intensos y/o frecuentes) y por ende eventos catastróficos como inundaciones y sequías se esperan que aumenten. Las fuentes de agua para consumo y uso industrial se verán alteradas produciendo escasez y falta de energía hidroeléctrica en muchas regiones alterando y generando, probablemente, conflictos regionales socioeconómicos de magnitud aún inciertos. El aumento del nivel medio del mar amenaza y podrá afectar islas y zonas costeras bajas. En general, el cambio del clima puede alterar comportamiento humano en el sentido de tener que mitigar los efectos del cambio y adaptarse a los nuevos paisajes, provocando tal vez migraciones de poblaciones hacia lugares en donde sus necesidades, cada vez más crecientes, sean satisfechas.
Desde hace ya varios años que las autoridades y científicos nacionales realizan estudios para identificar y evaluar el impacto en los distintos sectores del país, incluida la vulnerabilidad agrícola. Estimaciones de la comunidad científica criolla indican que en los próximos 40 años la pluviometría anual de ciertas áreas del país podría sufrir cambios de más de 30%. Ello implicaría que hacia 2040 en la zona altiplánica podrían aumentar las lluvias respecto a los niveles actuales; desde la II Región hasta Puerto Montt, la precipitación disminuiría hasta 20-25%. De Chiloé al sur la precipitación podría aumentar haciendo más lluviosos los climas australes.
La temperatura tampoco se escapa. En la I y II Región se elevaría menos de 2 grados, mientras que en el centro del país y la región austral el alza podría bordear los 3 grados. "Esto podría alterar los rendimientos de los cultivos. Se podría producir más rápido, pero la calidad puede ser menor", sostiene Fernando Santibáñez, profesor del Centro de Agricultura y Mediambiente de la U. de Chile. Se podrían modificar variables claves para la agricultura como heladas, horas frío, la ocurrencia de días cálidos y las temperaturas mínimas, entre otras. Lo anterior implicaría una modificación de las condiciones climatológicas actuales en las distintas regiones del país, por lo que las zonas de cultivo de los frutales y los industriales se desplazarían más hacia el sur de donde están hoy e incluso el potencial ganadero de las regiones australes podría aumentar. La mayor vulnerabilidad agrícola estaría entre la IV y la X Región, precisamente aquellas donde se concentra la producción agrícola de exportación. También podrían alterarse las condiciones sanitarias del país. "El clima no muy extremo de Chile controla la agresividad de las plagas. Con una temperatura más alta, los ciclos se acortan y las plagas se multiplican más rápido. Lo mismo ocurre con las enfermedades bacteriales y los hongos", recalca Santibáñez. Pero no todo sería malo. Los cambios abrirían la opción de una agricultura subtropical o tropical en zonas más centrales, como mangos o papayas. También podrían mejorar los rendimientos de las especies forestales, pues podrían aumentar su velocidad de crecimiento, lo que no afectaría su calidad.
Los meteorólogos Walterio Hugo y Miguel Egaña, mediante registros de 70 a 100 años, calcularon que para el año 2050 los valles vitivinícolas de las regiones V y Metropolitana presentarán una clara tendencia al calentamiento (1 a 2 grados) y una propensión generalizada a un decrecimiento en las precipitaciones de la zona central.
En el estudio "El Cambio climático y sus probables efectos en el cultivo de la vid en la zona central de Chile", los profesionales de la Dirección Meteorológica de Chile usaron el modelamiento de las condiciones climáticas a largo plazo del Programa de la ONU para el Desarrollo. Según los autores, esos cambios reducían el período de heladas y se atenuaría el régimen de frío invernal. La menor disponibilidad de agua de riego conllevará un aumento de costos y un desplazamiento de los cultivos de la vid más al sur de la VII Región. En tanto, los valles de la IV Región tendrán mayor disponibilidad de calor que en la actualidad, lo que estimulará la brotación temprana y adelantaría la vendimia. Esto aumenta la calidad del destilado de las uvas pisqueras y potenciaría los vinos dulces.
LIMITACIONES Y TRANSACCIONES DE LAS EMISIONES DE CO2
En enero del 2005, la Unión Europea impuso cuotas obligatorias del bióxido de carbono y otros gases que provocan el efecto invernadero sobre la tierra. Así, inició el mercado de compra y venta del derecho de emitir CO2. La iniciativa ETS ( Emisión Trading System) limitará las emisiones de CO2 al interior de la Comunidad Económica Europea estableciendo el pago una multa de 40 euros por cada tonelada métrica extra del gas emitida en el periodo que va del 2005 al 2007, para el segundo periodo, el monto de la multa aumenta a 100 euros. Esta disposición homologa las normas estipuladas por el Protocolo de Kyoto.
Al ratificar Rusia el Protocolo de Kyoto, convertirá en obligatorias las reducciones de CO2 para los 124 países que ya ha aceptado el acuerdo. El Presidente Vladimir Putin prometió acelerar la aprobación a cambio del apoyo de la Unión Europea a la demanda de Rusia de ser incorporada a la Organización Mundial de Comercio (OMC).
Pese a estos avances todavía resulta primordial lo que Estados Unidos haga al respecto. La administración Bush ha rechazado en forma tajante las limitaciones de Kyoto porque cree que paralizarán la economía y porque estima simplemente que es demasiado costoso hacerlo. “Si llegaran a imperar los límites a la emisión de carbono en los EE.UU. estrangularían el crecimiento y pondrían a América en una desventaja competitiva respecto al mundo. La nación no hipotecará su crecimiento y la prosperidad por reducir las emisiones de gas invernadero’’ afirmó a mitad de año el Secretario de Energía, Spencer Abraham.
Hay conciencia de lo difícil que es lograr un acuerdo común de todos los estados de la potencia del Norte debido a que poseen autonomía e independencia en la toma de sus decisiones y políticas. Así, Texas, un estado netamente petrolero, es probable que no esté abierto a tomar medidas restrictivas. Sin embargo, otros estados, principalmente del noreste que por la experiencia de los huracanes temen los efectos devastadores del clima, adoptan medidas y trazan planes. Es el caso de como Massachussets que ya tiene un plan de reducción de un 10 % de las emisiones al año 2020. En junio, California propuso un 30% de reducciones en las emisiones de coche al 2015. Muchos otros estados estudian acciones semejantes.
Contra todo mal presagio hay signos alentadores al respecto. Un notable ejemplo, lo consigna un artículo dedicado al tema en la edición de agosto del Bussines Week, la revista de economía de mayor prestigio de los Estados Unidos. Se trata de la inédita decisión tomada el 21 de julio, por el ministro de justicia general de Nueva York, Eliot Spitzer y abogados de otros siete estados que demandaron a las compañías con mayores utilidades de la nación para que reduzcan las emisiones de los gases que están calentando el planeta. “El calentamiento global amenaza nuestra salud, nuestra economía, nuestros recursos naturales, y el futuro de nuestros niños. Es claro que debemos actuar ’’, señaló el ministro de justicia.
Pese a los esfuerzos de adaptaciones a tecnologías menos contaminantes y medidas reductoras de emisiones que están desarrollando por su cuenta las compañías estadounidenses, cubriendo el vacío de política de la administración Bush, las expectativas realistas indican que la temperatura de todas maneras subirá. Y esto porque, según predicen los expertos al ritmo actual, China, India y otras naciones en crecimiento probablemente emitirán en un par de décadas el doble de lo que hoy emiten. Los países en desarrollo son responsables de apenas la tercera parte de las emisiones de gases invernadero del mundo. Pero esa cifra aumentará en la medida que sus ciudadanos compren más coches y consuman más energía. La Casa Blanca no ignora el asunto. Ha llamado a reducciones voluntarias y financia investigación en tecnologías nuevas, a las cuales apuesta su optimismo. “Si tenemos éxito en la captura del carbono y coches que corren con células de combustible de hidrógeno, resolveríamos la mayor parte del problema con el cambio climático” comenta Spencer Abraham.
Los países obligados bajo el Protocolo de Kyoto a reducir sus cuotas de emisión de gases invernadero han hallado en el mercado de bonos transables de emisión, un modo de eludir su responsabilidad o paliar el incumplimiento de las tasas a quienes no alcanzarán las metas fijadas por Kyoto. Este mecanismo les permite comprar bonos CER (toneladas métricas de gases invernadero cuya reducción ha sido certificada) a industrias fuera de sus fronteras que hayan reducido sus emisiones por propia iniciativa. Bajo este procedimiento ya se han vendido US$ 3.500 millones, equivalentes a transacciones del orden de 500 millones de toneladas métricas de CO2.
Es una opción económicamente rentable, aunque hipócrita de las economías más contaminantes que optan por comprar descontaminación ajena mientras realizan los ajustes en sus procesos productivos, establecen fondos dirigidos a financiar proyectos de reducciones de Co2 o de desarrollo de energías renovables. Hay quienes, sin embargo, consideran el comercio de bonos una herramienta poderosa para estimular las tecnologías de eficiencia en el aprovechamiento de la energía y la disminución de emisiones.
Son varios los países que no estarán en condiciones de cubrir las cuotas de reducción fijadas por el Protocolo de Kyoto sobrepasando sus emisiones de gases invernadero. Así, Japón deberá cubrir 177 millones de toneladas emitidas en exceso comprando bonos, Canadá 50 millones. Quince países de la CCE deberán adquirir 729 millones de toneladas de CERs, De ese total, España comprará 123 millones, Austria 30 millones de toneladas, Holanda 67 millones, Noruega 13 millones, Suiza 5 millones. Se exceptúan de esta lista el Reino Unido (Gran Bretaña), Suecia y Alemania que estarán bajo sus máximos permitidos de contaminación.
¿EN QUÉ CONSISTE LA ADAPTACIÓN AL CAMBIO CLIMÁTICO?
El Dr. Jorge Carrasco, de la Dirección Meteorológica de Chile, señaló en el Seminario “Cambio climático, desastres y adaptación” del 1-2 de diciembre en Santiago de Chile, que el problema del cambio climático es hoy en día un problema de gobierno y sociedad civil, de políticas e innovación, de información e incentivos y de energía limpia; que involucra a todos los actores desde el nivel local hasta la esfera internacional. La atmósfera no tiene fronteras ni tampoco los cambios que en ella ocurren ni sus consecuencias en el sistema climático. La emisión de los gases efecto invernadero debe reducirse o a lo menos no aumentar, y para ello se requiere de formulación de políticas que apunten en esa dirección.
En el marco de la Convención se asignan metas nacionales de reducción para los países desarrollados e insta al desarrollo y uso de tecnología limpias, sobre todo la transferencia de éstas a los países en vías de desarrollo. Después de una década, existe conciencia a nivel gubernamental de que hay que luchar contra el cambio climático reduciendo las emisiones, mitigando sus consecuencias y adaptándose a los cambios, todo esto a un costo lo más económico posible. El cambio climático pasa a ser un elemento integral del desarrollo sostenible. El gran desafío que nos ha planteado el cambio climático es: ¿cómo garantizar a la población un crecimiento con eficiencia y estabilidad sin destruir, degradar ni cambiar el medio ambiente para tener una sociedad mundial equitativa y en desarrollo armónico con el sistema climático?
En el mismo evento señalado, Javier García, consultor de la CONAMA y Punto focal del IPCC para Chile, señaló que la Mitigación, como respuesta al Cambio Climático en el largo plazo, busca estabilizar las concentraciones de CO2 en la atmósfera mediante la reducción de las misiones antropogénicas y el aumento de su captura. Se estima que una reducción de emisiones de un 60% con respecto a las emisiones de 1990 estabilizaría el clima en la situación actual (Fuente IPCC).
Respecto a la Adaptación, García la caracteriza como la capacidad de un sistema para ajustarse al Cambio Climático, para moderar daños potenciales, tomar ventajas de las oportunidades o enfrentar las consecuencias. En este sentido, Adaptación es el proceso mediante el cual se mejoran, desarrollan e implementan estrategias para moderar y tratar las consecuencias del Cambio Climático. De tal manera que habrían tres formas de Adaptación:
1. Adaptación autónoma, al cambio climático es esencialmente un proceso inconsciente de respuesta en todo un sistema ante el cambio, entendido comúnmente en términos de ajustes de ecosistemas.
2. Adaptación reactiva, como su nombre lo indica, implica una respuesta deliberada ante un choque o impacto climático, con el fin de recuperarse y prevenir impactos similares en el futuro.
3. Adaptación anticipatoria, involucra acción planificada, en anticipación de los efectos de cambio climático, para preparar ante y minimizar sus impactos potenciales.
Siguiendo esta misma línea de reflexión, en forma general existen dos formas de adaptación: la adaptación espontánea o reactiva y la adaptación planificada o pro-activa. La inmensa mayoría de las formas de adaptación se darán a nivel local y en forma espontánea, dependiendo de las necesidades individuales y capacidades de un determinado sector de la economía. Existen, sin embargo, algunos sectores estratégicos en que media la inversión pública y privada a gran escala (acueductos, represas hidroelécticas, sistemas de riego,etc.) que requieren de políticas nacionales y medidas pro-activas de adaptación.
En esta perspectiva, las Políticas de Adaptación deben considerar los siguientes aspectos:
1. Política de Ordenamiento del Territorio
2. Manejo del borde Costero
3. Manejo de cuencas hidrográficas
4. Predicción meteorológica
5. Prevención de riesgos y catástrofes naturales
6. Programas de salud, control de epidemias y plagas
7. Programas agropecuarios, control de epidemias y plagas
8. Programas de construcción y mantención de infraestructura
9. Programas de planificación de energía
En otros países de América Latina, como Argentina, se han diseñado también estrategias de Adaptación al Cambio Climático consistentes en: fortalecer y actualizar los sistemas de alerta temprana ante sucesos climáticos extremos integrados en una red nacional; rediseñar la infraestructura para las nuevas condiciones (por ej.: cambio de recurrencia de inundaciones); establecer un fondo de compensación da las víctimas del Cambio Climático; exigir al Estado la recopilación de la información existente y apoyo a la investigación para obtener un diagnóstico de la situación y su difusión, especialmente en ámbitos de comunidades amenazadas; evaluar los efectos, impactos negativos, regionales del Cambio Climático y discutir y buscar estrategias apropiadas de mitigación y adaptación; incluir en la planificación y ordenamiento territorial a nivel municipal, provincial y nacional la vulnerabilidad ocasionada por Cambio Climático. Asimismo se plantea la necesidad de crear Planes Nacionales de Adaptación y Planes Regionales de Adaptación. (FIN)
2 comentarios
lesly -
Javier -
Sino frenamos la contaminación, y si no se hace nada pronto, va a ser demasiado tarde para tomar medidas para desacelerar el calentamiento global, porque va a llegar a tal grado el calentamiento que ya no va a ver punto de retorno y esto solo va a pasar en las próximas décadas. Se dice que en este siglo la temperatura global de la Tierra va a aumentar de 1 a 6 grados, quizás no parece nada a simple vista. Pero el aumento de grado por grado traerá consecuencias muy drásticas. Cuando la tierra alcance el 3er grado de aumento ya no se va a poder hacer nada, porque el calentamiento se va a tornar incontrolable y provocara la desaparición del Amazonas a causa de enormes incendios que van a ser imposibles de frenar, eso es muy grave porque automáticamente provocara que la temperatura suba 1 o 2 grados más. Y bueno al 4to grado, el nivel del mar subirá a causa del derretimiento de los polos de la Antártida, desapareciendo todos los países con costas, o sea que las costas sudamericanas serán las 1eras seriamente afectadas. Aparte el deshielo en la Antartida hoy ya es una realidad. Esta ocurriendo de una forma mas acelerada de lo que se pronosticaba. El volumen que contienen todas las masas de hielo existentes en el planeta, ¡podrían provocar que el nivel del mar subiera de 60 a 70 m! Va a ver supertormentas nunca antes vistas, enormes catástrofes y esto va a pasar mucho antes de lo que pensamos, quizás hasta lo vivamos nosotros, sino es así serán nuestros hijos. Estas son algunas de las innumerables consecuencias que traerá el cambio climático y de hecho quizás hay muchas otras cosas que ni sabemos, y que ni imaginamos que puedan llegar a suceder. El cambio climático ya lo estamos viviendo. Grandes desastres naturales que antes ocurrían cada décadas, ahora cada vez ocurren mas seguidos. Estos fenómenos cada vez ocurren con más frecuencia e intensidad. El desprendimiento de grandes bloques de hielo esta ocurriendo en los en los polos, masas de hielo gigantes de centenares de km. cuadrados. Si bien el desprendimiento de esos bloques que colapsaran no tendrán un efecto en la elevación del nivel del mar, significa una alerta que algo no anda bien, porque esos desprendimientos de esa naturaleza no son usuales, es a causa del calentamiento global según señalan los científicos. Y que es la zona más afectada por el calentamiento, y la Antartida es la zona que mas a sufrido el aumento de temperatura. Evidentemente el planeta nos esta diciendo que esta llegando a su limite, y nos esta advirtiendo. Estamos en la era en que tenemos que tener verdaderamente en cuenta el medio ambiente y aprender a sobrevivir a lo que nos vamos a enfrentar, que va a ser una batalla muy dura por la supervivencia, porque no nos vamos a engañar, poco se va a hacer por esta cuestión, o cuando realmente busquemos una solución ya va a ser demasiado tarde .Y los países subdesarrollados van a sufrir mayor impacto. Esto provocara enormes crisis mundiales por las consecuencias económicas y perdidas humanas. Guerras por la escasez de los recursos naturales, y una de los principales causas será por la escasez del agua. Es muy difícil, porque hay que cambiar la mentalidad de las personas, cambiar nuestras maneras de vivir, y eso no es de un día para el otro. Y hay otros intereses de por medio que juegan ,el afán de lucro y de expansión de los países de 1er mundo y los de en vías de desarrollo, que obstaculizan más aun buscar nuevas alternativas de desarrollo que sean ecológicas, una alternativa por ejemplo es la energía solar y la eólica pero también existe otras posibilidades. Por eso es muy difícil cambiar un sistema ya predominante a nivel global que rige nuestra sociedad. De otra manera se puede decir quizás que el gran culpable sea el sistema capitalista, pero hablando de la fase del desarrollo industrial. Las industrias son las que emanan el gran porcentaje de los gases de efecto invernadero que perjudican el medio ambiente. Pero tenemos que pensar que se va a hacer mucho mas por esta causa y que del hombre se convenza que no hay otra si es que queremos nuestra preservación. El hombre es un animal de costumbre por ese lado quizás surja algo de esperanza, pero no contamos con mucho tiempo. Hay que buscar soluciones para prevenir tales predicciones de catástrofes climáticas que no ocurran y no buscar soluciones para enfrentarlas en el día de mañana. Mas vale prevenir que curar encaja muy bien en este tema. Y creo que una cosa es cierta el costo económico sería enormemente mayor si seguimos en la misma rienda, lo que significa reconstruir ciudades desvastadas por desastres naturales que de hecho ocurre pero se convertirá en algo mas común y con mas poder destructivo, las posibles enfermedades nuevas que pueden aparecer, la escasez de ciertas recursos haría que estos fueron de altísimo costos para conseguirlos, y esto es muy claro, no todos podrán acceder a ellos, serán muy pocos, habrá guerras por los mismos, y bueno a causa del aumento del nivel del mar, los países de menos recursos no se podrán salvar. Y los países mas ricos buscaran soluciones para construir, barreras bloques especies de muros gigantes para evitar que queden bajo agua. Lo que es una injusticia porque quizás unos pocos se puedan salvar, los que tienen mas recursos y son mas poderosos, que a su vez son los que mas contaminan. ¿Sé imaginan lo que podría llegar a ser el costo económico? serian cifras astronómicas, pero lo mas importante
sin duda es el costo humano que esto provocara. Sin duda que en esto la educación va a ser clave, desde los institutos y los hogares. Es la hora de saber realmente y actuar. Ya no se puede seguir ignorando, detalles mas detalles menos, el cambio climático es una realidad y se debe en gran parte a la acción del hombre, de eso no tengo ninguna duda. Yo creo que el clima sufre cambios naturales pero pienso que el hombre ha acelerado ese proceso. Pero aparte pensemos esto, ¿qué es lo que les dejamos a los que vienen a las generaciones futuras y al resto de los seres vivos? Hay gente que piense que quizás esto pueda suceder, pero le restan importancia porque piensan que no les va a tocar en sus vidas o que va pasar en mucho tiempo, pero como dije antes ,con los que vendrán que? Sufrirán las consecuencias de lo que hicieron sus antecesores.
A continuación voy a decir mas en detalle lo que puede provocar el aumento de grado por grado según Mark Lynas en un libro que escribió titulado Six degrees (seis grados).
Un grado más: se acabaría el hielo del Ártico.
Lynas plantea la desaparición del hielo del Ártico durante medio año si la temperatura sube solo un grado centígrado más. Además, las mareas podrían sumergir todas las viviendas de la costa de la Bahía de Bengala, entre Birmania e India, donde habitan más de un millón de personas. Habría huracanes en el Atlántico Sur, sequías severas en el oeste de Estados Unidos donde se ubican ciudades como San Diego, San Francisco, Las Vegas y Los Ángeles y se verían cambios inesperados en la agricultura de Inglaterra, donde hay más de 400 viñedos.
Más 2 grados: se acabarían las barreras de coral.
Se aceleraría el derretimiento de los glaciares de Groenlandia. Del glaciar Jakobshavn se desprenderían porciones de hielo que si se derritieran serían suficientes para abastecer con agua potable a todos los habitantes de Nueva York por un año. La extinción de los osos polares no tendría vuelta atrás y los insectos podrían comenzar a migrar a muchas regiones que se han vuelto más templadas, un hecho que ya es evidente en regiones de Brasil, Venezuela y Colombia. La isla-nación de Tuvalu, en el Pacífico sur, podría quedar sumergida por las mareas y las barreras de coral desaparecerían, porque no resistirían el aumento de la temperatura del agua.
Más 3 grados: la amenaza caería sobre la selva del Amazonas
La nieve de los Alpes se acabaría y las olas de calor serían lo normal en el Mediterráneo y en la mitad de Europa central. Los huracanes de categoría 6, peores que Katrina, serían más frecuentes y la selva del Amazonas podría desaparecer por la proliferación de incendios.
Más 4 grados: desaparecerían Venecia y parte de Egipto. El derretimiento de los glaciares del Himalaya, que alimentan el río Ganges, se produciría antes del 2035. La inundaciones serían frecuentes. Además, sin nieve que produzca agua, habría hambrunas. El norte de Canadá se convertiría en la zona agrícola más prolífica del planeta y los hielos del oeste de la Antártida podrían colapsar elevando el nivel del mar hasta la destrucción de zonas costeras de América Latina. También se inundaría por completo Venecia (Italia) y zonas de Egipto y Bangladesh.
Más 5 grados: no habría agua para Los Ángeles, El Cairo, Lima o Bombay.
Ante un escenario de este tipo, la guerra por el líquido sería inminente, una situación que muchos de los expertos del mundo han anunciado.
Más 6 grados: nos devolveríamos al periodo Cretácico.
Por falta de nutrientes, y ante la extinción de más del 70 por ciento de las especies, el océano se vería azul brillante. Los desiertos avanzarían sobre los continentes. Los desastres serían asunto de todos los días y muchas de las principales ciudades del mundo, como Nueva York, estarían bajo el agua. El mundo podría parecerse al período Cretácico, 144 millones de años atrás, en el que solamente un 18 por ciento de la superficie de la Tierra estaba sobre el nivel de las aguas, cifra que hoy se acerca al 30 por ciento.
Yo estoy convencido y creo firmemente en esto. Además creo que este siglo va ser clave porque va a marcar el rumbo de la humanidad. Creo que estamos en el momento justo de cambiar o condenarnos a la extinción.
Aclaro que acepto y respeto a las personas que no estén de acuerdo, solamente expreso mi pensamiento.
Esto simplemente va dirigido para informar y concientizar.
Yo se que esto no hace mucho, que realmente lo que provocara cambios es la acción, pero la información es muy importante también, la concientización es el 1er paso.
Desde luego que quiero aportar con algo mas pero hasta el momento no se como.
Yo en este momento estoy terminando secundario. Después quiero hacer meteorología para luego hacer licenciatura en ciencias atmosféricas. Porque estoy interesado en estudiar el comportamiento y variabilidad del clima y por la tanto las consecuencias que trae y puede traer el cambio climático.
Si alguien quiere comunicarse conmigo , o si me pueden aconsejar todas las opciones que tengo para estudiar además de ciencias atmosféricas, mi correo es: locomotiv313@hotmail.com
Desde ya doy muchas gracias a este blog por darme la posibilidad de dejar este mensaje y a tantos otros.
Aprovecho a comunicarme a través de estos blogs que tratan sobre el tema del cambio climático o calentamiento global porque la gente que los visitan es mas probable que se interesen por este tema.
Muchísimas gracias.
Un gran saludo