Chile y los desafíos regionales ante desastres sísmicos y climáticos
Santiago, Chile, miércoles 10 de marzo de 2010, por Luis Alberto Gallegos, Editorial Boletín GAL.- La cadena de desastres naturales de los últimos tiempos no cesa: Nueva Orleans (1), Ica (2), Haití (3) y ahora Chile. Y, al parecer, esta seguidilla de eventos tampoco tiene visos de cesar. El cambio climático y el desplazamiento de las placas tectónicas se han convertido en los emisarios de las calamidades de esta época moderna.
En todos ellos, en mayor o menor medida, hay elementos en común. Han sido eventos con un alto impacto en pérdida de vidas y con abrumadores costos materiales; han puesto de relieve, una vez más, que las primeras y las más vulnerables víctimas son los pobres de la sociedad; han demostrado nuevamente que, con distintos niveles, las autoridades no han estado del todo prevenidas para ejecutar una eficaz gestión de riesgo y de desastre; y, finalmente, su reflexión nos remite a la imperiosa necesidad de actualizar los estándares de respuesta temprana y de revisión del concepto de la estrategia y geopolítica de los desastres.
Los terremotos en Chile
A la fecha, las víctimas en Chile podrían acercarse, según el Ministerio del Interior, al umbral del medio millar. Los costos de daños estimados por empresas privadas como la aseguradora Eqecat y por autoridades, podrían ascender al 10% del Producto Interior Bruto de Chile -unos 17 mil millones de dólares- y la reparación de todo lo afectado podría oscilar entre 15 mil y 30 mil millones de dólares. Según la presidenta Bachelet, la etapa de reconstrucción podría demorar entre tres y cuatro años. Es decir, casi todo el siguiente período presidencial. Chile quizá deba agregar nuevos planes a los que ya tenía en ese plazo y rehacer lo que la naturaleza destruyó.
No obstante, algunos han catalogado en Chile la existencia de dos terremotos, uno sísmico y otro social. Sobre el primero hay cifras, réplicas y responsabilidades. Entre estas últimas destacan las que se refieren a quienes se han hecho cargo o no de los errores de información y de las alertas no emitidas de tsunami. Cuestión que ya cortó algunas cabezas en la Armada e intervenciones en la Oficina Nacional de Emergencia, ONEMI.
El otro terremoto, el social, es el expresado en descontentos, saqueos, desórdenes e impaciencias. Este otro sismo, si bien se ha aplacado con la declaratoria de Estado de Catástrofe y la intervención de las Fuerzas Armadas en regiones del Sur, queda pendiente en su análisis profundo y en su resolución cabal a futuro. Hay quienes consideran que, aún constatando la presencia de lumpen entre los saqueadores, existe una alta probabilidad de que hayan participado sectores sociales excluidos, pobres, críticos y refractarios al sistema socioeconómico que los subordina. Claro, hallaron grietas no sólo tectónicas sino grietas en la institucionalidad local sin autoridad visible alguna e hicieron de las suyas. No sería la primera vez que un desastre deja al descubierto las desigualdades sociales, las inequidades en la distribución de la riqueza y la peor cara del sistema socioeconómico imperante. Fueron aplacados por la autoridad y el toque de queda, pero ¿desaparecen? ¿o esperarán otras grietas futuras para reaparecer? ¿qué podría hacer el Estado al respecto?
Pero también hay otro terremoto que sigue remeciendo las conciencias: es la percepción de que algunas certezas de autoimagen de país exitoso, eficiente y de élite, se han resquebrajado (4). Y es quizá una percepción transversal a toda la sociedad e institucionalidad del país. La pertenencia reciente a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, OCDE, (5) no ha eximido a Chile del reconocimiento de que la emergencia pudo enfrentarse desde el primer minuto de un modo distinto, de un modo más eficiente, puntual y coordinado. Por cierto, en 20 años de gobiernos de la Concertación hubo prioridades y aciertos sobre desarrollo económico, fortalecimiento de la institucionalidad democrática y gobernabilidad estable. Pero no se hizo lo propio con la seguridad y la prevención sobre un fenómeno ante el cual Chile es precisamente muy vulnerable: la sismicidad. Ninguno de los hábiles estrategas técnicos y políticos del gobierno –ni siquiera académicos y científicos del mundo entero- estuvo en condiciones de advertir mínimamente que, a escasos días del término de su gobierno, la presidenta Bachelet tuviera que lidiar con una calamidad de esta magnitud y ante la cual el sistema creado en el país no estaba debidamente preparado.
Un cuarto sismo, quizá el más importante, es el que desde el mismo sábado 27 de febrero se organizó y está recorriendo el país y el mundo global: el de la solidaridad humana. Si es impactante el nivel de desastre creado por el remezón geológico, es extraordinariamente impresionante comprobar el remezón social, valórico y de afecto que se ha producido a raíz de este desastre en Chile. Desde extenderle la mano de apoyo al vecino hasta crear redes ciudadanas virtuales globales, la gente de este país ha vuelto a sus fueros fraternos que hoy se ha manifestado en toda su expresión. La solidaridad ha activado campañas, cadenas, redes y ha removido las entrañas de este país. Es esta fe, esperanza y generosidad la que hace vislumbrar que Chile de nuevo y pronto se pondrá en pie.
De la geopolítica de la seguridad nacional…
La dictadura privatizó la Empresa Nacional de Telecomunicaciones (ENTEL) que fue creada precisamente para preparar al país ante este tipo de descalabros, y con ello asestó un severo golpe a la seguridad de Chile. Paradójicamente, siendo una élite militar desmanteló un componente clave no sólo para situaciones de emergencia y desastre como el actual, sino para situaciones de conflicto bélico. Hay quienes sostienen que lo ocurrido en este terremoto, con las fallas garrafales que se han manifestado en materia de comunicaciones estratégicas para el mundo civil y el mundo militar, reveló una debilidad alarmante: “buena parte del país quedó completamente incomunicado durante días, y mejor ni pensar qué ocurriría en caso de conflicto militar” (6).
Los desastres tienen enormes implicancias geopolíticas. El cambio climático, por ejemplo, desde hace tiempo se ha constituido en un factor desestabilizador de economías, sociedades y regímenes políticos, en particular de los países más vulnerables. Los EEUU así lo han percibido y han dado instrucciones precisas a sus agencias de inteligencia y seguridad de que tomen con urgencia este tema en sus manos. El Director de la CIA, León Panetta, ha afirmado que “aquellos que son responsables de tomar decisiones, necesitan información y análisis sobre el cambio climático y sus efectos en la seguridad” (7).
… a la geopolítica de la prevención de desastres
La geopolítica tiene diversas concepciones sujetas a corrientes ideológicas de la historia (8). Luego de este severo terremoto interesaría que Chile –y los países ubicados particularmente sobre las placas tectónicas de Nazca y Sudamericana- ingresara a una seria reflexión sobre una acepción de la geopolítica relacionada con el medio ambiente, la geografía, la estructura de suelos y la seguridad ciudadana.
Del mismo modo, sería ocasión propicia para que el análisis y rediseño de la planificación urbana –vía Planes Reguladores- incluyeran mapas de riesgo y prevención ante el cambio climático. Habría que recordar que la ONU califica a Chile con siete de las nueve mayores vulnerabilidades en esta materia a nivel mundial.
En otras palabras, sería recomendable que estos países en alto riesgo accedieran a la concepción del papel de la geopolítica desde la óptica de los desastres naturales -como los sismos-, o los desastres antropogénicos -como lo es el cambio climático-. Es decir, a la percepción, diagnóstico y gestión de la geopolítica entendida como protección y seguridad del territorio en donde habita la ciudadanía.
Resultaría crucial que, junto a la emergencia y la reconstrucción, se desarrollara “una cultura que permita a las autoridades y a la ciudadanía en general, entender los riesgos naturales para planificar el desarrollo de la ciudad, minimizando la exposición de sus habitantes a desastres que puedan afectar sus vidas y su patrimonio” (9).
Reflexionar acerca de las lecciones que deja este desolador panorama en Chile, en el corto, mediano y largo plazo significaría rediseñar estudios y planes de prevención en todos los niveles del Estado, en conjunto con la participación activa de la ciudadanía. No es posible que Chile siga operando con siete sismólogos y con ausencia o precariedad de equipo científico necesario (10). Es necesario generar capital humano experto y reorientar recursos públicos y privados (11). Sería preciso reformular la cultura de la prevención de desastres, en autoridades y ciudadanía, reconceptualizando la geopolítica de los desastres naturales.
Se ha dicho que, luego del 27 de febrero, Chile no será igual que antes. Esta aseveración puede tener dos derroteros: o se toma con decisión una estrategia nueva y diferente de gestión y prevención de desastres, o se deja que las cosas se encaminen por una inercia o negligencia paralizante. Tal como lo señaló un periodista español: “puede suponer el inicio de una reconstrucción eficaz que lleve a Chile a un futuro próspero o abrir la senda de una pronunciada decadencia” (12). Confiamos que Chile sabrá decidir por la primera opción.
NOTAS:
(1) Wikipedia: Nueva Orleans[ ]es la ciudad más grande del estado de Luisiana, en los Estados Unidos. Es también el principal puerto del río Misisipi. En el año 2000, su población era de 484.674 habitantes. Tras ser parcialmente destruida por el huracán Katrina en 2005, la población disminuyó considerablemente por evacuación o defunción y en 2006 la población era aproximadamente la mitad, entre 192.000 y 230.000 habitantes. http://es.wikipedia.org/wiki/Nueva_Orleans
(2) Wikipedia: El Terremoto del Ica de 2007 registrado el 15 de agosto de 2007 a las 18:40:57 (hora local) tuvo una duración de 2 min 55 s. Su epicentro se localizó en las costas del centro del Perú a 40 kilómetros al oeste de Chincha Alta y a 150 km al suroeste de Lima, y su hipocentro se ubicó a 39 kilómetros de profundidad. Fue uno de los terremotos más violentos ocurridos en el Perú en los últimos años; el más poderoso (en cuanto a intensidad y a duración), pero no el más catastrófico, desde ese punto de vista el terremoto de 1970 produjo miles de muertos.[] El siniestro, que tuvo una magnitud de 8,0 grados en la escala sismológica de magnitud de momento, dejó 519 muertos, casi 1,291 heridos, 76.000 viviendas totalmente destruidas e inhabitables y 431 mil personas resultaron afectadas. http://es.wikipedia.org/wiki/Terremoto_del_Per%C3%BA_de_2007
(3) Wikipedia: El terremoto de Haití de 2010 fue registrado el 12 de enero de 2010 a las 16:53:09 hora local con epicentro a 15 km de Puerto Príncipe, la capital de Haití. Según el Servicio Geológico de Estados Unidos, el sismo habría tenido una magnitud de 7,0 grados y se habría generado a una profundidad de 10 km. Este terremoto ha sido el más fuerte registrado en la zona desde el acontecido en 1770. Los efectos causados sobre el país más pobre de América Latina han sido devastadores. Los cuerpos recuperados a 25 de enero superan los 150.000, calculándose que el número de muertos podría llegar a los 200.000. También habría producido más de 250.000 heridos y dejado sin hogar a un millón de personas. Se considera una de las catástrofes humanitarias más graves de la historia. http://es.wikipedia.org/wiki/Terremoto_de_Hait%C3%AD_de_2010
(4) Solari, Ricardo, http://blogs.lasegunda.com/redaccion/2010/03/04/nuevos-temores-nuevas-fortalez.asp
(5) OECD, http://www.oecd.org/document/12/0,3343,es_36288966_36287974_36316364_1_1_1_1,00.html
(6) Escobar, Santiago, http://www.elmostrador.cl/opinion/2010/03/05/los-que-perdieron-la-guerra/
(7) Gutiérrez, Bernabé, http://www.ateneadigital.es/RevistaAtenea/REVISTA/articulos/GestionNoticias_1561_ESP.asp
(8) Barreto Sánchez, Heiber, http://www.monografias.com/trabajos/geopolitica/geopolitica.shtml
(9) Cadena Montenegro, José Luis, http://www.articuloz.com/medio-ambiente-articulos/geopolitica-de-los-desastres-naturales-401736.html
(10) Campos, Jaime, http://diario.elmercurio.com/2010/03/05/nacional/especial/noticias/00D53487-5264-4D9F-B142-6020566DE9AB.htm?id=%7b00D53487-5264-4D9F-B142-6020566DE9AB%7d
(11) Pérez Vera, Víctor, Rector de la U. de Chile: "Creemos que este país habría resistido mejor de haberse seguido las recomendaciones de nuestros investigadores del campo de las ciencias de la tierra sobre cómo debiera implementarse en Chile una red nacional sismológica, la necesidad de más especialistas y técnicos calificados". http://www.uchile.cl/uchile.portal?_nfpb=true&_pageLabel=not&url=59156
(12) Muller, John, http://www.elmostrador.cl/opinion/2010/03/04/la-curva-de-aprendizaje-de-chile/
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