Editorial: 2013, un año político y sobre todo ciudadano
Santiago, viernes 10 de mayo de 2013, por Luis Alberto Gallegos, editorial Boletín GAL.- Hoy la ciudadanía tiene la oportunidad de aportar propuestas programáticas comunales, regionales y nacionales que sean incluidas en los respectivos programas de gobierno de los candidatos. Es necesario generar diálogos ciudadanos en cada comuna en torno a los temas socio ambientales más sensibles y relevantes y proponer iniciativas a los candidatos presidenciales y parlamentarios a fin que sean asumidas por ellos. Estamos en el momento propicio. Hoy es el tiempo de las decisiones. Hoy es el momento de la participación ciudadana. Esta es la hora de las EcoComunas y los EcoBarrios. Ahora es el tiempo para los cambios que todos y todas esperamos desde abajo, desde lo local.
Una habitual lectura de los acontecimientos que nos depara este 2013 es aquella que tendremos probablemente un recambio en el poder político, con el eventual retorno de Bachelet a la presidencia de la República. Naturalmente, tal como se percibe en el proceso de diseño programático, se trataría de un retorno recargado: con más experticia global, con más inclusión de temas ciudadanos en sus ejes programáticos y, al parecer, una nueva manera de hacer política. Incluso se habla de un punto de inflexión en la historia republicana del país en materia política. Un nuevo ciclo y un nuevo período se estarían larvando en este proceso. Bien por el país.
No obstante, ello no resultaría suficiente ante los nuevos procesos que se han desatado con la irrupción de los movimientos sociales de regiones, estudiantiles y socio ambientales. No se percibe aún en el armado de los candidatos una sinergia estratégica, programática y orgánica entre el diseño electoral y el versátil movimiento social que nuevamente se despliega en todos lados.
Lo más relevante en este año que inicia
El movimiento regional del Norte se va reestructurando mejor con la inclusión más activa de las 20 municipalidades de Arica, Parinacota y Atacama este 2 de abril y 3 de mayo pasados, al conformar su propio referente contra el centralismo, las centrales contaminantes y la mala distribución de la riqueza minera.
El movimiento por el Agua y contra el cambio climático tuvo su máxima expresión en la Marcha por el Agua este 22 de abril, Día de la Tierra, y la conformación de la Asociación de Municipalidades de la V Región Cordillera el 12 de abril con sus demandas centrales de luchar por el Agua, la educación y la salud.
El movimiento de los trabajadores que este 1 de mayo con la Central Única de Trabajadores (CUT) tuvo demandas claras respecto a un paro nacional el 11 de julio por reforma tributaria, un cambio al código laboral y mejorar el sistema previsional.
El movimiento de los estudiantes este 11 de abril nuevamente ha remecido al país, a la clase política y al gobierno con sus demandas de cambios en el sistema educativo del país, y prepara nuevas marchas y movilizaciones para el 8 y el 21 de mayo.
La Marcha de los Enfermos de este sábado 4 de mayo se ha constituido en la primera movilización ciudadana por la salud para pedir cambios en la política pública en temas de salud y subvención de los medicamentos y tratamientos a las enfermedades que no están dentro del plan AUGE.
Es decir, estamos no solo ante un año político, sino que estamos ante un año fundamentalmente ciudadano. Esa es la marca histórica que las elecciones de noviembre y la gestión del próximo gobierno van a tener. Este es el Año de la Ciudadanía. No solo de la clase política.
¿Cómo asume la ciudadanía su año protagónico?
Por tanto, la pregunta es: ¿en qué condiciones la ciudadanía asume y enfrenta su año? Y cuando hablamos de condiciones hablamos de estrategias, propuestas programáticas, formas de organización, diseño de alianzas y metodologías.
El veloz aprendizaje que nos están mostrando las diversas expresiones ciudadanas son únicas e inéditas en este Chile post-dictadura. Nunca, desde el período de Salvador Allende, ha habido tanta creatividad, ingenio, imaginación y fuerza en el movimiento social. Hoy, es la hora de la ciudadanía. No aprovecharla y no convertirla en logros sólidos y contundentes, sería farrearse oportunidades históricas que pocas veces se presentan.
En este contexto, es bueno conocer y aprender de otras experiencias propias y ajenas.
Un primer aprendizaje es quizá aquel que nos indica que la división entre organizaciones comunitarias territoriales y organizaciones comunitarias funcionales, ya no es suficientemente operativa. Hoy lo que la realidad nos muestra es una transversalidad de temas, problemas y conflictos comunes tanto en unas como en otras.
Por tanto, tenemos que replantearnos esta fórmula y generar una nueva manera de organización vecinal, en donde se conjuguen transversalmente los distintos temas que atraviesan las comunas, los barrios y los procesos locales.
Las nuevas y actuales modalidades organizativas generadas al fragor de las movilizaciones, quizá habría que convertirlas en las fórmulas más operativas y eficaces que deban ser legitimadas en algún momento y de algún modo.
Pero también hay otras.
Nuevos paradigmas
Desde la perspectiva ambiental en que este medio electrónico se sitúa, nos parece pertinente considerar algunos diseños que perfectamente pudieran servirnos para alimentar y consolidar este proceso ciudadano.
Uno de ellos tiene que ver con otorgarle a este disímil movimiento social un componente unificador y coherente. Si bien es cierto que la riqueza de este movimiento actual es su diversidad, también es cierto que ello no basta. Hay que generar sinergias, alianzas y rescatar elementos comunes que lo potencien como un movimiento único y sólido.
Y, en este sentido, es pertinente considerar que el conjunto de demandas que hoy los diversos segmentos ciudadanos de Chile exigen, se enmarcan en una nueva convivencia nacional, en una nueva manera de vivir como país. Es lo que nuestro Manfred Max-Neff denomina desarrollo a escala humana. Es lo que en otros países se le ha denominado la estrategia del Buen Vivir y lo que algunos expertos como Eduardo Gudynas y la ONU estudian como nuevo paradigma y alternativa de desarrollo.
Todas las demandas ciudadanas de los distintos movimientos socio ambientales, no son sino componentes de una sola estrategia: Un Chile democrático y realmente preocupado del desarrollo de la calidad de vida de su gente. No solo de un crecimiento del PIB.
Es más, los desafíos de los movimientos ciudadanos de hoy residen en convertir este año en un paso más en hacer de la estructura del Estado una expresión constitucional efectiva de la sociedad civil, y no del poder de las grandes corporaciones y representantes de una clase política anclada en una Constitución a imagen y semejanza de la dictadura.
Ecocomunas y Ecobarrios
Nuestra sugerencia para el diálogo actual tiene una denominación: debemos incluir en nuestros debates ciudadanos los nuevos paradigmas que hoy se abordan a nivel global. Uno de ellos es el llamado proyecto de Ecocomunas impulsado por el sueco Torbjörn Lahti, quien ha estado en nuestro país y ha difundido su conocimiento y experiencia en diversos continentes.
Lo señalábamos en una nota anterior, “las EcoComunas y Ecobarrios consisten en un sistema de gobernabilidad socio ambiental que busca contribuir a una administración eficiente y sustentable de la comuna o del barrio, en el marco de la denominada Agenda Local 21”.
En las actuales circunstancias y las presentes exigencias de Chile, esta estrategia ya no solo incluye demandas socio ambientales. Sus componentes son exactamente los mismos que los diversos movimientos sociales hoy levantan y defienden en el ámbito laboral, educacional, salud, calidad de vida y el Buen Vivir. Es más, la estrategia de Ecocomunas y Ecobarrios debiera abordar la economía, tecnología, participación ciudadana y otros temas relevantes para la esfera local.
En las circunstancias globales donde los organismos internacionales poco pueden hacer de modo eficaz en materia de desarrollo humano, medio ambiente, cambio climático y la desigualdad social -debido principalmente a las presiones de las grandes corporaciones internacionales-, son las organizaciones de la sociedad civil y las municipalidades las que adquieren un valor nuevo; tienen las posibilidades de incidir en la gestión local con políticas públicas efectivas y ejercer presiones a los gobiernos regionales y nacionales para hacer cumplir promesas y compromisos.
Hoy la globalidad es decidida por la gestión local
Lo que a veces no se puede hacer a nivel global, es posible conseguirlo desde lo local.
Hoy la ciudadanía tiene la oportunidad de aportar propuestas programáticas comunales, regionales y nacionales que sean incluidas en los respectivos programas de gobierno de los candidatos. Es necesario generar diálogos ciudadanos en cada comuna en torno a los temas socio ambientales más sensibles y relevantes y proponer iniciativas a los candidatos presidenciales y parlamentarios a fin que sean asumidas por ellos.
Estamos en el momento propicio. Hoy es el tiempo de las decisiones. Hoy es el momento de la participación ciudadana. Esta es la hora de las EcoComunas y los EcoBarrios. Ahora es el tiempo para los cambios que todos y todas esperamos desde abajo, desde lo local.
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