Chile: 250 mil Héroes Estudiantiles y el primer nocaut al Gobierno de Piñera
Chile: 250 mil Héroes Estudiantiles y el primer “nocaut” al Gobierno de Piñera
Santiago, Chile, viernes 20 de abril de 2018, por Luis Alberto Gallegos, Boletín GAL.- Chile: 250 mil Héroes se movilizan terremoteando escenario político táctico y poniendo en vilo la estrategia neoliberal de Piñera en la Educación y otros sectores. Fue, obviamente, una manifestación social sin precedentes en los años recientes que, ni siquiera las patéticas barbaridades de un miserable de la derechista Unión Demócrata Independiente, UDI, pudo opacar.
Dejemos que Mario Aguilar, Presidente del Colegio de Profesores, lo exprese:
“esta es una respuesta al ministro Varela, que dijo que estos no eran tiempos de marchas, nosotros creemos que se desubicó mucho, como también sobre sus declaraciones sobre educación sexual, nos afectó porque queremos entregar una educación sexual sana, no para ser campeones (…) Esto, en relación a declaraciones del ministro que datan desde marzo, cuando declaró que ‘el tiempo de las marchas ya pasó, hoy se quiere ver a los estudiantes en las aulas’. Pero este no ha sido el único golpe para Varela quien, además, empañó la estrategia del Gobierno. Dicha estrategia consistía en neutralizar los argumentos y capacidad de convocatoria de los estudiantes con el anuncio que realizó el lunes Piñera sobre el aumento de la gratuidad en la educación técnica (…) El poder económico y político están concentrados en un solo actor, donde son los mismos. El movimiento social fuerte es un contrapeso indispensable para que no venga la aplanadora y la retroexcavadora. Este es solo el comienzo de un movimiento social que estará muy activo. La postura del Colegio de Profesores es unir al movimiento social” (1). (S.E.)
Por su parte, la Confederación de Estudiantes de Chile (CONFECH) y la Asamblea Coordinadora de Estudiantes Secundarios (ACES) señalan:
“Entendemos que más allá del Congreso, son las instituciones las que nunca van a jugar a favor de nosotros. Siempre lo harán a favor de los empresarios. Eso se puede ver con las políticas públicas que se han impulsado hasta ahora, la resolución del TC, el problema con aborto en tres causales, con la ley de identidad de género, la ley migratoria, etc. Todo, todo va en pos y a merced de los empresarios. Así que entendemos que la solución no está ahí, sino que está en la calle, dentro de nuestras comunidades, en la organización de nosotros y nosotras” (2). (S.E.)
Estrategias y escenario de las Correlaciones de Fuerza
Tratemos de visualizar las tendencias políticas y sus expresiones fenomenológicas respecto al escenario de confrontación en el tema de Educación hoy en Chile.
En el gobierno de Sebastián Piñera, podemos observar los siguientes componentes estratégicos: rearticular la hegemonía de la clase neoliberal sobre la estructura socio económica, de modo coherente y fluida con la superestructura política, Estatal, cultural y educativa.
Para Piñera, eliminar “grasa” del Estado no solo es deshacerse de los funcionarios fiscales –técnicos o políticos- que le son incómodos, sino también desechar o anular las normativas que dilatan u obstaculizan las tasas de ganancias y plusvalía de las empresas.
Asimismo, esta estrategia reposa en la necesidad del neoliberalismo de restablecerse plenamente en el país cooptando las medidas y decisiones que Bachelet haya creado y le sean útiles o funcionales, y simplemente desinstalándolas, archivándolas o activando al Tribunal Constitucional, TC, para que se haga cargo de este proceso en forma expedita y “de acuerdo a Ley”.
Y, para que no quepa duda de ser herederos o “cómplices pasivos” de la dictadura, su estrategia es neutralizar, invisibilizar y dividir el movimiento social y sobre todo a la oposición política. Piñera es astuto y sabe perfectamente que para legitimar su actuar no puede jugar solo este partido que, espera, se extienda por ocho años. Debe tratar de incorporar condicionadamente y con el debido control de daños a algunos sectores de la oposición o, en caso contrario, sencillamente confrontarlos. La “zanahoria y el garrote”, es su lema.
No obstante, a pesar que la oposición aún permanece pasmada y en shock por la derrota, sin poder rearmarse debida e inteligentemente de una nueva estrategia que le permita por lo menos sobrevivir –o transferir las postas de la conducción política a otros actores- en la escena política, hay nuevas luces que se visualizan en el horizonte. Y ello, pese que hay episodios favorables que se le han presentado en bandeja a la actual oposición para retomar la iniciativa. Episodios que han pasado desapercibidos o no se han aprovechado, quizá debido a falta de voluntad política o simplemente porque el shock es más severo del pensado.
Sin embargo, desde donde aparecen nuevas luces –como suele ocurrir en ciclos de crisis políticas en los países-, es en la juventud, los estudiantes y en los sectores ciudadanos democráticos sensibles y conscientes a lo que pasa en el país. Esta reciente y gigantesca movilización nacional por la Educación, así parece corroborarlo. Ojalá no nos equivoquemos.
Pero, también es cierto que la nueva hornada de dirigentes estudiantiles de esta reciente generación aún está en su fase de entrenamiento. La que le precedió hace unos años, hoy está brindando al país, desde el Congreso y otras institucionalidades, una notable visión democrática de largo plazo, creatividad e inteligencia en los aportes para construir un Chile nuevo y una alta sensibilidad y empatía por los dolientes y vulnerables de nuestro país. Y si debemos esperar a la actual hornada en formación, debemos asumir que aún podría restar por lo menos una Década.
¿Plan Nacional de Educación?
Uno de los objetivos de esta nota es tratar de identificar los rasgos constitutivos más relevantes que tienen que ver con los requerimientos y demandas que la sociedad civil y los actores del rubro, le hacen a una Nueva Educación para Chile. Hay, por cierto, quienes han visualizado ocho problemas clave sobre esta materia (3); como hay quienes señalan los denominados “10 absurdos” que deben ser mejorados en la Educación, de cara al 2030 (4).
En esta ocasión, y para efecto de este texto, hemos considerado el rol y la calidad de la Educación.
Respecto a la equidad, somos testigos privilegiados del complejo proceso de reforma educativa impulsada por la ex presidenta Michelle Bachelet, en promover la “calidad y la equidad del sistema educativo” (5). Proceso que no abordaremos en esta ocasión. Más bien, nos detendremos en el rol y la calidad de la educación y las circunstancias e implicancias de su papel.
Mario Waissbluth, fundador de Educación 2020, explica que en: “todos los países exitosos en materia educativa lo lograron a partir de acuerdos de largo plazo. En Educación necesitamos una política de Estado y no de gobiernos” (6). Por ello, propone la: “creación de un Plan Nacional de Educación, que señale visiones, rumbos, prioridades técnicas, legislativas y financieras para un plazo de diez años” (7).
El doble papel de la Educación en Chile
En decenas de años y en reciente diálogo, salvo excepciones notables, no ha habido fundamentos que desarrollen suficientemente el doble papel de la Educación en Chile.
Como todo bien o servicio en el capitalismo o en su formato neoliberal, la Educación posee un valor uso y un valor de cambio. Su valor de uso consiste en la cualidad de la Educación de ser un bien o servicio útil o constitutivo en factor clave para la Transformación del Mundo (8); en tanto que su valor de cambio está dado por la cantidad u horas de trabajo humano que demanda su producción o creación como bien o servicio de consumo individual y/o social, y es lo que usualmente se denomina bien económico o simple mercancía (9)
Su peso específico como mercancía ha calado tanto en la cultura actualmente prevaleciente, que hay quienes incluso se atreven a proponer que la Educación debiera constituirse en un “negocio público” (10).
En resumen, es lo que algunos expertos definen como:
“La educación juega un papel en una doble dimensión. Como capacitadora ella transfiere habilidades y destrezas a los integrantes de un determinado grupo social, con la finalidad de incorporarlos al aparato productivo. Su eficiencia estaría en función de la capacidad de reducir la dependencia del individuo para subsistir por sí mismo. Una segunda dimensión, como agencia socializadora transmite los valores y comportamientos aceptados por el colectivo de generación en generación” (11)
En otras palabras, no se trata de negarle el carácter de mercancía a la Educación. Lo es, siempre y cuando la visualicemos y la incorporemos como bien de consumo e intercambio generador de lucro en el sistema económico y social. Pero, ante todo, la Educación es un bien de uso que, como derecho humano, condensa y materializa el poder de Crear y Recrear la naturaleza y la sociedad y, al mismo tiempo, de forjarnos y recrearnos a nosotros mismos en nuestra vocación ontológica como seres humanos.
Lo que ocurre es, en palabras del Centro de Investigación y Desarrollo de la Educación (CIDE), lo que:
“se requiere por sobre todo de conceptos y teorías político-sociales que d(e)n sentido a palabras tales como calidad, igualdad, justicia, y segregación educativa, que son las que organizan la mayor parte del debate político-educativo contemporáneo” (12)
El Rol Actual de la Educación en Chile
Empezaremos este acápite con algunas constataciones extremadamente preocupantes.
En 2016, la Asociación Internacional para la Evaluación del Logro Educativo, IEA, realizó una investigación sobre las “Percepciones de los jóvenes acerca del gobierno, la convivencia pacífica y la diversidad en cinco países de América Latina”, que fue publicado en el “Estudio Internacional sobre Educación Cívica y Ciudadana 2016 de la IEA Informe Latinoamericano”. Los resultados de esta publicación se basan en datos reunidos a partir de muestras aleatorias de aproximadamente 25.000 estudiantes en su octavo año de escolaridad en casi 900 escuelas de cinco países latinoamericanos, incluido Chile. El próximo estudio será en el 2022 (13).
Según la Tabla 3.1 de la investigación señalada sobre las “Percepciones de los estudiantes sobre los beneficios de las dictaduras en 2016 y 2009”, en Chile el porcentaje de estudiantes que está de acuerdo o totalmente de acuerdo en que las dictaduras están justificadas cuando traen orden y seguridad, fue del 57%; y el índice de que las dictaduras están justificadas cuando traen beneficios económicos, fue del 52% (14).
En tanto que, en la Tabla 3.5, la escala de puntaje que indicó la aprobación de los estudiantes hacia las prácticas corruptas, en Chile fue del 48% (15). Es de anotar que los estudiantes justifican o aprueban prácticas corruptas en el servicio público y el gobierno debido a que consideran que:
“Es aceptable que un funcionario público acepte sobornos cuando su salario es muy bajo”; “es apropiado que un funcionario público utilice los recursos de la institución donde trabaja para su beneficio personal”; “los buenos candidatos le dan beneficios personales a los electores a cambio de su voto”; “es aceptable pagarle algo adicional a un funcionario público para obtener un beneficio personal”; “es aceptable que un funcionario público apoye a sus amigos consiguiéndoles empleos en su oficina”; y “como los recursos públicos son de todos, está bien que el que pueda se quede con parte de ellos” (16).
Es de advertir que los resultados también mostraron que los estudiantes con mayores niveles de conocimiento cívico tendieron a avalar en menor proporción la corrupción en el servicio civil y el gobierno (17). Asimismo, esta investigación también indicó que el apoyo a los gobiernos no democráticos y dictaduras se relaciona con el nivel educativo, y que los ciudadanos más educados tienden a ser los que menos están a favor de las prácticas autoritarias de los gobiernos (18) (S.E.).
Esa es la situación cultural, cívica, socio-política y educativa del Chile actual a nivel de nuestros estudiantes de octavo básico. Como señala la Agencia de Calidad de la Educación (19), organismo encargado de aplicar la medición indicada en Chile:
“el hecho de que uno de cada dos alumnos respalde esto claramente es preocupante y significa que es una complicación para la vida democrática” (20).
Resumiendo, el Rol de la Educación actual en Chile es, por decir lo menos, traumática y a contracorriente de cómo avanza el Planeta en la construcción de nuevos hombres y nuevas mujeres con aptitudes y capacidades para las transformaciones que requiere un desarrollo integral. (S.E.)
Tal como lo dice Michael W. Apple, académico de la Universidad de Wisconsin:
“Chile es como un experimento perverso y permanente del neoliberalismo, un invento en constante cambio y prueba. El neoliberalismo opera a través de instituciones legitimadas para poner a las personas en escenarios que siempre cambian y donde la falta de memoria colectiva es una herramienta que le es funcional” (21).
O como lo dice el psiquiatra Claudio Naranjo:
“La educación (actual) es una estafa, se basa en la equivocación, les roba la vida a los jóvenes, es una cárcel (…) la perversidad de la educación actual radica en que el concepto de educación, esa que debiera acompañar el aprendizaje, es entendida de una manera muy distinta en las escuelas formales, en donde lo que se hace no es enseñarles a los jóvenes a aprender sino que se dedican a ‘meterles cosas’ en la cabeza a los niños, que terminan ‘por secuestrar’ su intelecto (…) La educación no nos enseña a ser libres” (22).
Una Educación para el ejercicio de la Hegemonía Neoliberal
Antes de ensayar respuestas de si es posible o no corregir el rumbo actual de la Educación chilena, deberíamos repasar el Paradigma de Lasswell (23) que, tanto para la Comunicación como para la Educación, nos ayuda a explorar una elemental e indispensable batería de interrogantes para acotar nuestro objeto de análisis: ¿qué?, ¿quién?, ¿cómo?, ¿dónde?, ¿por qué? y ¿para qué?
Desde esta perspectiva, resulta inobjetable que la Educación hoy en Chile está atada a un Sentido y a una Calidad, determinadas por diversos actores clave que la administran. Más allá de las duras definiciones de Apple y Naranjo al respecto, nuestra Educación tiene un sello indeleble de haberse constituido en un factor eficiente y funcional a la producción económica neoliberal y, a la vez, de haber cimentado y socializado una correspondiente ideología de masas que la justifica y le brinda soporte cultural. Todo ello, creado desde la dictadura y reproducido de generación en generación (S.E.).
Los indicadores de las altas tasas de ganancia (24) y las tasas de plusvalía (25) de la clase y la formación socioeconómica dominante chilena (26), así como los resultados cívicos del mencionado estudio de la Asociación Internacional para la Evaluación del Logro Educativo, IEA, no son para nada casuales. Son simplemente nítidas expresiones del Sentido que la Educación tiene en Chile, y que llaman la atención y a la réplica de expertos, economistas y empresarios globales. Es, por cierto, un modelo exportable y eficaz de control económico-cultural de la sociedad.
Por tanto, el Sentido de la actual Educación chilena es abastecer de mano de obra barata y dócil al modelo económico neoliberal, en su funcionalidad productiva y en su justificación filosófica-cultural para su re-producción en el tiempo y espacio. Como suele ser, la Superestructura Cultural al servicio a la Infraestructura Económica (27).
En este sentido, la Calidad educativa se supedita a los requerimientos de bienes y servicios tangibles e intangibles y a las tasas de ganancia y plusvalía de la clase dominante. Por tanto, la distinción que esta hace de sus propios papeles como derecha política, derecha económica o derecha social, es bizantina; simplemente es la distribución de diversos frentes y/o roles en el marco de un solo fin: el ejercicio de su plena hegemonía en el país.
La clase neoliberal sabe perfectamente que para mantener sus actuales tasas de ganancia y plusvalía o no ser demasiado vulnerable a los vaivenes de los mercados internacionales y las complejidades que el escenario económico global hoy muestra, precisa de un gobierno y poder sólido, coherente y fluido en sus componentes infra y supra estructurales, vale decir, la conducción económica y el control cultural y educativo del país.
La Cultura y Educación en la derrota política de la Centroizquierda
A pesar que el gobierno de Michelle Bachelet pudo sentar las bases iniciales de la Reforma Educativa en su componente de Acceso y Equidad, este proceso es mucho más complejo, de largo aliento y multi-transversal para el Estado y la sociedad civil.
Proceso que viene siendo torpedeado desde el gobierno de Sebastián Piñera, el Tribunal Constitucional, las universidades privadas y, sobre todo, por las propias debilidades, confusiones y derrotas políticas de la socialdemocracia chilena.
Pareciera que la centroizquierda aún no es plenamente consciente o no ha tomado debida nota de las profundas repercusiones estratégicas que, para la Educación, la Cultura y el conjunto de la Superestructura chilena, significa haber perdido el poder político en las recientes confrontaciones electorales. En verdad, la clase política progresista estaría poniendo en riesgo su influencia y poder –y, por ende, de la ciudadanía y el conjunto de la sociedad civil- en la Superestructura del país y, con ello, su acceso a la Hegemonía Cultural de la sociedad chilena.
Gramsci, Pedagogía y Hegemonía Cultural
Uno de los preclaros y clásicos filósofos que abordó este tema, es Antonio Gramsci quien distingue con meridiana claridad entre una Hegemonía Política, donde el poder, alianzas y la coerción prevalecen, de la Hegemonía Cultural donde lo preeminente es la persuasión de las ideas, diálogo y las cosmovisiones.
Para Gramsci el momento de la Hegemonía Cultural es:
“donde se logra la conciencia de que los propios intereses corporativos, en su desarrollo actual y futuro, superan los límites de la corporación, de un grupo puramente económico y pueden y deben convertirse en los intereses de otros grupos subordinados. Esta es la fase más estrictamente política, que señala el neto pasaje de la estructura a la esfera de las superestructuras complejas, […] determinando además los fines económicos y políticos, la unidad intelectual y moral, planteando todas las cuestiones en torno a las cuales hierve la lucha, no sobre un plano corporativo sino sobre un plano ‘universal’ y creando así la hegemonía de un grupo social fundamental sobre una serie de grupos subordinados” (28).
En este sentido, la Hegemonía Cultural consiste en:
“el predominio en el campo intelectual y moral, diferente del ‘dominio’ en el que se encarna el momento de la coerción (…) Un elemento constitutivo de la hegemonía es el compromiso, la capacidad para sacrificar ciertos intereses, para matizar la propia forma de ver el mundo” (25).
La Hegemonía Cultural para Gramsci se resume, por tanto:
“como un continuo formarse superarse de equilibrios inestables […] entre los intereses del grupo fundamental y los de los grupos subordinados, equilibrios en los que los intereses del grupo dominante prevalecen pero hasta cierto punto, o sea no hasta el burdo interés económico-corporativo” (29)
En este contexto, Gramsci aportó notables e inéditos caminos en la nueva pedagogía que la Hegemonía Cultural requiere. Señaló que este problema:
“puede ser relacionado con el del planteamiento moderno de la doctrina y de la práctica pedagógica, según la cual la relación entre maestro y escolar es una relación activa, de interacciones recíprocas, por las cuales todo maestro es al mismo tiempo alumno, y todo alumno maestro. Pero la relación pedagógica no puede reducirse al ámbito de las interacciones específicamente escolásticas, por las cuales las nuevas generaciones entran en contacto con sus predecesores, cuyas experiencias y valores históricos necesarios absorben para madurar una personalidad propia, histórica y culturalmente superior. Esta relación existe en toda sociedad en su conjunto y para cada individuo con respecto a los demás, entre las clases intelectuales y las no intelectuales, entre los gobernantes y los gobernados, entre las élites y los seguidores, entre los dirigentes y los dirigidos, entre las vanguardias y los cuerpos de los ejércitos. Toda relación de hegemonía es necesariamente una relación pedagógica y se verifica, no sólo en el interior de un país, entre las diferentes fuerzas que lo componen, sino en todo el campo internacional y mundial, entre grupos de civilización nacionales y continentales” (30) (S.E.)
Paulo Freire y la Pedagogía de la Pregunta
Uno de los filósofos y pedagogos que han hecho praxis, doctrina e historia en este tema de la Hegemonía Cultural y la Pedagogía es, a todas luces, Paulo Freire.
El tema crucial que aborda críticamente Freire es la existencia de la Educación Bancaria como sustento de la Hegemonía Cultural de las clases dominantes neoliberales, expresada centralmente en la Narración. Freire dice:
“La narración, cuyo sujeto es el educador, conduce a los educandos a la memorización mecánica del contenido narrado. Más aún, la narración los transforma en ‘vasijas’, en recipientes que deben ser ‘llenados’ por el educador (…) De este modo, la educación se transforma en un acto de depositar en el cual los educandos son los depositarios y el educador quien deposita (…) En vez de comunicarse, el educador hace comunicados y depósitos que los educandos, meras incidencias, reciben pacientemente, memorizan y repiten. Tal es la concepción ‘bancaria’ de la educación, en que el único margen de acción que se ofrece a los educandos es el de recibir los depósitos, guardarlos y archivarlos” (31).
Es decir, lo que Freire nos dice es que este tipo de educación anula todo sentido de criticidad, reflexión y capacidad propia de construir sus propias opiniones por parte de los educandos. Se transforman en seres pasivos, domesticados y carentes de la creatividad necesaria para transformar su propio entorno, resolver los problemas de sus respectivos procesos y vidas y, sobre todo, incapaces de reflexionar, criticar y transformar las condiciones materiales y espirituales de vida que el neoliberalismo y sus clases sostenedoras le imponen.
Lo que Freire contrapone a esta deshumanizante pedagogía, es el Diálogo y la Transformación Creativa del Mundo:
“Al intentar un adentramiento en el diálogo, como fenómeno humano, se nos revela la palabra: de la cual podemos decir que es el diálogo mismo. Y, al encontrar en el análisis del diálogo la palabra como algo más que un medio para que éste se produzca, se nos impone buscar, también, sus elementos constitutivos (…) Esta búsqueda nos lleva a sorprender en ella dos dimensiones –acción y reflexión- en tal forma solidarias, y en una interacción tan radial que, sacrificada, aunque en parte, una de ellas, se resiente inmediatamente la otra. No hay palabra verdadera que no sea una unión inquebrantable entre acción y reflexión y, por ende, que no sea praxis. De ahí que decir la palabra verdadera sea transformar el Mundo (…) Los hombres no se hacen en el silencio, sino en la palabra, en el trabajo, en la acción, en la reflexión” (32).
En este contexto, Paulo Freire en su libro La pedagogía de la pregunta, plantea que:
“los maestros y alumnos, se reúnen en el aula de clase para plantearse preguntas acerca de los problemas prácticos de sus vidas, de sus comunidades y del conocimiento que esperan construir” (33).
Para el maestro Freire, la pregunta es el eje medular, es el activador del pensamiento y del discurrir sobre los diferentes asuntos que se plantea el grupo como tarea (34).
Decía Freire que:
“las preguntas ayudan a iniciar procesos interactivos de aprendizajes y solución de problemas, lo mismo que mantenerlos hasta cuando se logran los objetivos y se planteen nuevos problemas y nuevas situaciones de aprendizaje en este continuo trasegar que es la vida” (35).
A modo de Preliminares Conclusiones
Chile necesita una profunda Reforma de la Educación si efectivamente está en la búsqueda y construcción, no de un denominado y simplón crecimiento económico, sino de un proceso de Desarrollo Integral, en el marco de la estrategia del Buen Vivir.
Una reforma que, por cierto, incluya acceso libre, equidad, gratuidad, calidad educativa, pedagogía transformadora y metas ontológicas que permitan liberar a nuestra ciudadanía, jóvenes y niños de las ataduras del deshumanizante neoliberalismo que socavan la Espiritualidad y el Poder Dialogante y Creador de nuestra gente.
Una reforma que hoy pasa insoslayablemente por la recuperación por parte de la sociedad civil, los partidos políticos y las fuerzas progresistas del país, de la Hegemonía Cultural y Educativa en todos los ámbitos del quehacer nacional. Y ello significa, nada más y nada menos, que repensar, reformular y ejecutar programas políticos, estrategias y alianzas socio-político-culturales. FIN.
Notas
(3) Cfr. https://www.elquintopoder.cl/educacion/8-problemas-del-sistema-educativo-en-chile/
(6) “Plan Nacional de Educación: 30 prioridades para el 2030”. Educación 2020, p. 28. Cfr. http://elplande2020.cl/wp-content/uploads/2017/07/30Prioridades2017.pdf
(7) Ibid.
(8) “La utilidad de un objeto lo convierte en valor de uso”. El Capital, Karl Marx, Vol. I, p. 23. Cfr. http://aristobulo.psuv.org.ve/wp-content/uploads/2008/10/marx-karl-el-capital-tomo-i1.pdf
(9) “Por tanto, un valor de uso, un bien, sólo encierra un valor por ser encarnación o materialización del trabajo humano abstracto. ¿Cómo se mide la magnitud de este valor? Por la cantidad de ‘sustancia creadora de valor’, es decir, de trabajo, que encierra. Y, a su vez, la cantidad de trabajo que encierra se mide por el tiempo de su duración, y el tiempo de trabajo, tiene, finalmente, su unidad de medida en las distintas fracciones de tiempo: horas, días, etc.”. El Capital, Karl Marx, Vol. I. p. 25. Cfr. http://aristobulo.psuv.org.ve/wp-content/uploads/2008/10/marx-karl-el-capital-tomo-i1.pdf
(10) Cfr. http://radio.uchile.cl/2018/04/16/debe-ser-la-educacion-un-negocio/
(11) Cfr. http://jugare.blogcindario.com/2009/02/00065-el-rol-de-la-educacion.html
(12) Cfr. http://www.cide.cl/destacado_detalle.php?des=277
(13) “La Asociación Internacional para la Evaluación del Logro Educativo (IEA), cuya sede central se encuentra en Amsterdam, es una institución internacional independiente de instituciones nacionales y agencias gubernamentales de investigación. Realiza estudios comparativos a gran escala sobre el logro educativo y otros aspectos de la educación con el objetivo de lograr una profunda comprensión de los efectos que tienen las políticas y las prácticas en, y entre, sistemas de educación”. Cfr. http://iccs.iea.nl/fileadmin/user_upload/Editor_Group/Pictures/Infographics_Latin_American_report_jpgs/ICCS_2016_LA_release_version_Spanish_11Apr_update.pdf
(14) Ibid. p. 29.
(15) Ibid. p. 34.
(16) Ibid. p. 33.
(17) Ibid. p. 33.
(18) Ibid. p. 28.
(19) Cfr. http://www.agenciaeducacion.cl/
(20) Cfr. http://www.latercera.com/nacional/noticia/57-alumnos-8-basico-aprobaria-una-dictadura/131606/
(23) Cfr. https://teoriacomunicacion1.wordpress.com/modelos-de-comunicacion/paradigma-de-lasswell/
(24) “La tasa de ganancia mide la rentabilidad del capital total invertido. Indica cómo éste último se valoriza y expresa así el grado de realización de la finalidad capitalista. De todas las leyes del capitalismo, ésta es la que Marx consideraba como la más importante históricamente”. El Capital, Karl Marx, Vol. II. Cfr. https://economarx21.wordpress.com/2011/10/03/tasa-de-ganancia-%E2%80%93-tasa-de-plusvalia-%E2%80%93-composicion-organica-del-capital-estados-unidos-marcel-roelandts/
(25) “La tasa del plusvalor medida según el capital variable se denomina tasa del plusvalor, la tasa del plusvalor medida según el capital global se denomina tasa de ganancia. Se trata de dos mediciones diferentes de la misma magnitud, las cuales, a causa de la diversidad de los patrones de medida, expresan a la vez diversas proporciones o relaciones de esa misma magnitud. De la transformación de la tasa de plusvalor en tasa de ganancia debe deducirse la transformación del plusvalor en ganancia, y no a la inversa. Y de hecho se ha partido históricamente de la tasa de la ganancia. El plusvalor y la tasa del plusvalor son, relativamente hablando, lo invisible y lo esencial que hay que investigar, mientras que la tasa de ganancia, y por ende la forma del plusvalor en cuanto ganancia, se revelan en la superficie de los fenómenos”. El Capital, Karl Marx, Vol III. Cfr. https://webs.ucm.es/info/bas/es/marx-eng/capital3/MRXC3602.htm
(26) “La tasa de ganancia en Chile (1986-2009)”. Esteban Ezequiel Maito. Jornadas de Economía Crítica, Buenos Aires, 2012. Cfr. https://www.aacademica.org/esteban.maito/13.pdf
(27) Cfr. http://www.filosofia.org/enc/ros/bases.htm
(28) Cfr. https://kmarx.wordpress.com/2012/09/11/el-concepto-de-hegemonia-en-gramsci/
(29) Ibid.
(30) Citado por José María Laso Prieto, Presidente de la Fundación Isidoro Acevedo y autor, entre otros libros, de “Introducción al pensamiento de Gramsci”, en “Las Ideas Pedagógicas de Antonio Gramsci”. Cfr. http://www.quadernsdigitals.net/datos_web/hemeroteca/r_3/nr_34/a_556/556.html
(31) “Pedagogía del Oprimido”, Paulo Freire, p. 51-52. Cfr. http://www.servicioskoinonia.org/biblioteca/general/FreirePedagogiadelOprimido.pdf
(32) Ibid. p.70-71.
(33) Citado por Orlando Zuleta Araújo, Universidad de los Andes, Núcleo Universitario La Liria, Facultad de Humanidades y Educación, este artículo se transcribió de la revista colombiana "Educación y Cultura", enero 2005, Revista Venezolana de Educación. Cfr. http://www.scielo.org.ve/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1316-49102005000100022
(34) Ibid.
(35) Ibid.
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