Cuentos y cuentas: Cuando el navegante podría perder la brújula
Cuentos y cuentas: Cuando el navegante podría perder la brújula
Santiago, Chile, viernes 8 de junio de 2018, por Luis Alberto Gallegos, Boletín GAL.- La Cuenta Pública pasó sin pena ni gloria. Así ocurre cuando se le presenta al público una retórica plagada de grandilocuencia, pomposidad y rimbombancia, que tan solo expresa los afanes mesiánicos, refundadores y megalómanos de quien los emite.
Además, sucede cuando el emisor o discurseante se apropia indebidamente de los hechos y logros de su antecesor, descalificándolo con mala leche. Nuestra gente no es tonta, sabe distinguir entre lo transparente y lo opaco, entre lo limpio y lo turbio, entre la palabrería y la verdad; en definitiva, entre una lista de supermercado y un proyecto con estrategia sólida y convincente.
Pero veamos algunas joyitas desde la perspectiva del medio ambiente.
Preocupantes omisiones e insuficiencias
Desde una mirada de largo plazo y, de algún modo, desde la perspectiva de la sobrevivencia global y nacional de la existencia humana tal como la conocemos, hay dos elementos centrales que todo gobierno sensible, inteligente y perspicaz debiera atender estratégicamente: garantizar el acceso y disponibilidad del Agua, como Derecho Humano y como un recurso indispensable para la Vida, y otorgar un alto grado y eficaz Gobernanza de la Adaptación ante el Cambio Climático y los desastres que trae consigo.
Ya tenemos graves hechos de sequía en el país y el Mundo nos muestra una secuela de catástrofes debido a la escasez hídrica: sequías, deterioro de los suelos, migraciones, desnutrición y enfermedades. Pero parece que nuestros gobernantes se resisten a aprender las lecciones que dramáticamente se nos muestran.
En la Cuenta Pública, Piñera apenas le dedica dos líneas al tema Agua:
“el contribuir a fortalecer la disponibilidad y la certeza jurídica del agua, constituye sin duda un elemento esencial” (1)
Por supuesto que el acceso y gestión del Agua es un elemento esencial. Pero, en concreto, ¿qué es lo que propone el gobierno en este urgente tema, ahora y ya? Por lo menos en su programa de campaña, Piñera señaló cuatro medidas, aunque insuficientes, pero, al fin y al cabo, medidas específicas (2). En la Cuenta Pública, nada. Tan solo un anhelo inespecífico de contribuir a su disponibilidad. En la Cuenta se pudo y debió desarrollarse los compromisos adquiridos en campaña, antes de dedicar 39 líneas a discursos grandilocuentes (3).
Cambio climático
Respecto al fenómeno que amenaza con la existencia de la especie humana y el propio Planeta, podemos inferir lo mismo: insuficientes generalidades sin aterrizar las medidas de políticas públicas concretas para enfrentar este heraldo del apocalipsis. Piñera dijo en su Cuenta, en apenas siete líneas sobre el cambio climático, lo siguiente:
“el cambio climático y el calentamiento global, que son realidades que hace muchos años están golpeando nuestras puertas, explican en parte el grave problema de sequía que nos afecta y exigen drásticos cambios de políticas y conductas para compatibilizar el desarrollo con la protección de la naturaleza y el medio ambiente. Para prevenir y mitigar estas amenazas hemos puesto en marcha iniciativas como: el Proyecto de Ruta Energética, nuestra Estrategia Nacional de Agua, el nuevo Sistema de Transporte Público Tercer Milenio, nuestro nuevo Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental y la nueva Institucionalidad Ambiental” (4).
Recordemos que Piñera en su programa de campaña, prometió ocho puntos respecto al cambio climático al acceder al poder, de los cuales dos son fundamentales y sumamente urgentes: Implementar una Ley de Cambio Climático a fin de cumplir con nuestro compromiso internacional al año 2030; y Descentralizar y regionalizar las acciones de mitigación, adaptación y creación de capacidades en materia de cambio climático (5).
Ninguno de estos ocho compromisos de campaña fueron objeto de diseño estratégico, planificación o anuncio de acciones concretas al corto plazo en la Cuenta de Piñera. Por el contrario, como veremos luego, las decisiones adoptadas por el Ministerio del Medio Ambiente contradicen abiertamente estas promesas.
Reforma al Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental
No obstante, en donde prístinamente se manifiesta la voluntad y los objetivos económicos, políticos y ambientales para el futuro inmediato, no es en la Cuenta, sino en el anuncio de la Ministra de Medio Ambiente, Marcela Cubillos, acerca de un “un nuevo Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental y una nueva Institucionalidad Ambiental, que incluye el nuevo Servicio de Parques y Biodiversidad” (6).
La Ministra señala:
“Vamos a crear una instancia distinta. Vamos a crear tres Comisiones Macrozonales que van a ser la única instancia administrativa de evaluación del proyecto. De ahí se va al Tribunal Ambiental (TA). Ya no está la Comisión de Evaluación Ambiental Regional ni el Comité de Ministros, sino se pasa a estas Comisiones Macrozonales (…) Se elimina (el Comité de Ministros), con el objetivo fundamental que es terminar con la doble revisión administrativa que hoy existe, e igual todo termina en el Tribunal Ambiental. Vamos a dejar solo una instancia administrativa y se eliminan también los consejos regionales de Medio Ambiente” (7).
Es decir, el gobierno va a desmontar el sistema institucional ambiental creado en décadas y reemplazarlo por otro supuestamente más ágil y fluido. En el discurso, esta decisión debiera privilegiar las consideraciones técnicas, antes que las políticas. Pero no es así. La propia Ministra se encarga de precisar que:
“Esta Comisión Macrozonal la integra el director macrozonal del SEA; el intendente regional de la zona donde se ejecutará el proyecto; el seremi de Medio Ambiente de la región donde estará el proyecto; y se incorpora un profesional del área de la ciencia elegido por Alta Dirección Pública (ADP) con varios requisitos; un profesional del área del Derecho, también elegido por ADP y bastantes requisitos; y dos integrantes designados por el Presidente de la República” (8).
O sea, las decisiones sobre la viabilidad sustentable de los proyectos que ingresen al SEA serán adoptadas por autoridades políticas y, además, con integrantes todos de confianza política del Ejecutivo quién, al final de cuentas, es quien decide el resultado definitivo.
Más centralismo y concentración del poder de decisiones no podría haber, precisamente, en momentos donde la ciudadanía y las regiones demandan un rol más activo en la descentralización de los poderes del Estado y específicamente en la resolución de los conflictos socioambientales.
Pero hay más, en este giro copernicano sobre el SEA, hay mucho discurso en la participación ciudadana en este nuevo esquema, pero en los hechos reales, se le resta poder a las comunidades respecto a los proyectos que ingresen al SEA. Uno porque en la denominada participación ciudadana temprana, no hay un rol vinculante de su participación, tan solo un formulismo irrelevante; y, segundo, en cada una de las tres Comisiones Macrozonales –que es donde se cocinan las decisiones sobre los proyectos-, la ciudadanía no participa en absoluto.
Inflexión en el estilo de desarrollo o más ganancias para el empresariado neoliberal
Sin lugar a dudas, estas decisiones ambientales responden a una estrategia de privilegiar a las empresas, sus inversiones y el denominado crecimiento económico per se, y no precisamente en un desarrollo social, humano, saludable, integral, en equidad y amable con la naturaleza. Ya lo dijo el Presidente: “no hay mejor política de desarrollo que el crecimiento económico” (9).
En esta línea de pensamiento, es bueno recordar lo que señala Alicia Bárcena, Secretaria Ejecutiva Comisión Económica para América Latina y el Caribe, CEPAL:
“Los riesgos globales mencionados hacen más urgente una inflexión en el estilo de desarrollo. Son parte de una crisis que, como toda crisis, tiene la doble cara de la amenaza y la oportunidad. El cambio climático es hoy el mayor riesgo global. Las estimaciones de los costos derivados de sus efectos muestran que no solo afectará al crecimiento económico, sino que golpeará intensamente a los sectores más vulnerables y tendrá grandes consecuencias sociales. Las futuras generaciones no podrán contar con los servicios ambientales que contribuyeron al desarrollo en las generaciones pasadas. La falta de una gobernanza global eficiente para controlar estos procesos y prevenir y mitigar sus efectos exacerba el riesgo de que el deterioro del medio ambiente se vuelva irreversible (…) En materia ambiental, si no se desacoplan las emisiones y el crecimiento del producto, la propia sostenibilidad del crecimiento y el empleo se verá amenazada por externalidades negativas” (10).
O, como lo dice el economista Ricardo Ffrench-Davis:
“en el actual nivel de desarrollo, la opción que debemos adoptar para un crecimiento sostenido es ‘crecer con equidad’. El crecimiento y una mayor justicia social son complementos, y de ninguna manera una disyuntiva. Para un crecimiento dinámico se necesita difundir el progreso en sectores cada vez más amplios de la sociedad. Un crecimiento elitista no tiene futuro. La tarea es ‘distribuir’ productividad por medio de una mejor educación, capacitación laboral, apoyo más efectivo a las pequeñas y medianas industrias (PYMEs), diversificación de las exportaciones, más participación de la gente en las decisiones. También debemos preocuparnos de un entorno macroeconómico real más estable, que sea sostenible en el tiempo, que no descanse en inflaciones artificialmente bajas por un tipo de cambio atrasado o en inundaciones de importaciones” (11).
Finalmente, a contrapelo de lo que el Gobierno se esmeró, esta Cuenta Pública y las decisiones políticas que le acompañan, no pasarán precisamente en calidad de hitos históricos, sino como intrascendentes palabras y hechos que, en su momento, tendrán que ser revertidos por las propias comunidades, paso a paso, región por región, comuna por comuna. La Desobediencia Civil ante la pérdida de la brújula de las autoridades, tendrá que enmendar rumbos nuevos a nuestra economía y a nuestra manera de enfrentar el cambio climático y el desarrollo sustentable. Las señales que nos enseña hoy la Revolución Feminista, son el Faro a replicar por doquier. (FIN)
Notas
(1) Cfr. Mensaje al País del Presidente de la República Sebastián Piñera, 1 de Junio de 2018. p. 22 https://cdn.digital.gob.cl/filer_public/1a/bf/1abf2169-7328-4cd0-8586-160707fcc843/discurso_presidencial_2018_web.pdf)
(2) “1. Restablecer la certeza jurídica de la propiedad de los derechos de agua, de cualquier tipo, nuevos o antiguos.
2. Aumentar la superficie y seguridad de riego, con énfasis en el riego tecnificado, reimpulsando la “Estrategia Nacional de Recursos Hídricos” elaborada el año 2013.
3. Impulsar el Plan Nacional de Regulación y Embalses, incluyendo el término de las obras en desarrollo y el inicio de nuevas obras, considerando además embalses mixtos para agua y energía.
4. Avanzar en la cuantificación de acuíferos subterráneos, la incorporación de tecnología de punta en control y gestión de caudales, el impulso de concursos de Ley 18.450 para obras medianas, entre otras medidas”. (Cfr. Programa de Gobierno 2017-2022, Sebastián Piñera. P. 48-49. https://storage.googleapis.com/spinera-bucket/Programa%20Sebastia%CC%81n%20Pin%CC%83era_hoja.pdf)
(3) Cfr. Mensaje al País del Presidente de la República Sebastián Piñera, 1 de Junio de 2018. p. 7 https://cdn.digital.gob.cl/filer_public/1a/bf/1abf2169-7328-4cd0-8586-160707fcc843/discurso_presidencial_2018_web.pdf
(4) Cfr. Mensaje al País del Presidente de la República Sebastián Piñera, 1 de Junio de 2018. p. 26 https://cdn.digital.gob.cl/filer_public/1a/bf/1abf2169-7328-4cd0-8586-160707fcc843/discurso_presidencial_2018_web.pdf)
(5) Cfr. Programa de Gobierno 2017-2022, Sebastián Piñera. p. 183.
“1. Implementar una Ley de Cambio Climático a fin de cumplir con nuestro compromiso internacional al año 2030.
2. Crear o fortalecer el Sistema Nacional de Inventarios Nacionales de Gases Efecto Invernadero (GEI), el Sistema Nacional de Prospectiva de GEI y el Registro de Emisiones y Transferencias de Contaminantes.
3. Integrar la adaptación al cambio climático al Sistema Nacional de Inversiones, la Estrategia Nacional para la Reducción del Riesgo de Desastres, la Evaluación Ambiental Estratégica y las normas de infraestructura y edificios.
4. Asignar las responsabilidades sectoriales de reducción de emisiones globales, actualizar los planes de adaptación y fortalecer la capacidad de fiscalización del impuesto al carbono de la Superintendencia de Medio Ambiente.
5. Crear un Foro de Cambio Climático para promover el carácter inclusivo y participativo de la prevención y adaptación al cambio climático.
6. Descentralizar y regionalizar las acciones de mitigación, adaptación y creación de capacidades en materia de cambio climático.
7. Crear un Comité Científico Asesor de Cambio Climático a fin de promover decisiones basadas en la ciencia.
8. Crear una estrategia de financiamiento, junto con la creación de un Fondo Climático Nacional, para la investigación científica, la generación de información, el diseño de medidas y la transferencia de tecnologías”. https://storage.googleapis.com/spinera-bucket/Programa%20Sebastia%CC%81n%20Pin%CC%83era_hoja.pdf
(6) Cfr. Mensaje al País del Presidente de la República Sebastián Piñera, 1 de Junio de 2018. p. 21 https://cdn.digital.gob.cl/filer_public/1a/bf/1abf2169-7328-4cd0-8586-160707fcc843/discurso_presidencial_2018_web.pdf
(7) Cfr. http://www.economiaynegocios.cl/noticias/noticias.asp?id=474566
(8) Idem.
(9) Cfr. Mensaje al País del Presidente de la República Sebastián Piñera, 1 de Junio de 2018. p. 9
(10) Cfr. CEPAL. https://repositorio.cepal.org/bitstream/handle/11362/43442/6/S1800059_es.pdf
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